Con la previsión de momentos de gran dramatismo, el Senado de Estados Unidos comenzó el jueves una audiencia especial para escuchar al postulado por Donald Trump a la Corte Suprema, Brett Kavanaugh, y a la profesora de psicología Christine Blasey Ford, primera denunciante que lo acusa de intentar violarla cuando ambos eran adolescentes.
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Ya van cuatro mujeres que acusan a Kavanaugh de agresión sexual. Tal como en las denuncias de las dos primeras acusadoras, estos nuevos presuntos incidentes, dados a conocer el miércoles, ocurrieron hace décadas.
Ford fue la primera en testificar el jueves en el Senado. La mujer declaró que el postulante a la Corte Suprema la sujetó sobre una cama durante una fiesta con otros alumnos de secundaria y al atacarla colocó la mano sobre su boca para que no pudiera gritar. Pensó que la violaría, dijo.
“No estoy aquí porque quiero. Estoy aterrada”, indicó Ford al comenzar su intervención.
El país tendrá la primera oportunidad de escuchar a Ford, de 51 años y de ver algo más que la foto borrosa que ha aparecido en la televisión en los 10 días desde que hizo su denuncia.
Complican a Trump
Es mucho lo que está en juego para los partidos y para el país. Los republicanos quieren confirmar a Kavanaugh antes de las elecciones de noviembre, cuando los demócratas podrían obtener el control del Senado y el nombramiento de otro postulante sería aún más difícil. El ascenso de Kavanaugh a la corte significaría una mayoría derechista para muchos años.
La polémica golpea directamente a Trump, el mandatario reconoció públicamente por primera vez que las denuncias de agresión sexual en su contra afectan su forma de pensar sobre acusaciones similares contra otros hombres, entre ellos Kavanaugh.
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«Afecta mi opinión, ¿saben por qué? Porque se me ha acusado falsamente muchas veces», dijo el presidente. «Me ha sucedido muchas veces», dijo Trump. Añadió que «cuatro o cinco mujeres» lo han acusado falsamente.
En una conferencia de prensa en Nueva York, en la víspera de la audiencia, el presidente prometió escuchar la declaración de la acusadora de Kavanaugh e incluso dijo que estaba dispuesto a cambiar de opinión acerca de su postulado, pero declaró que esta clase de acusaciones provocan en él un profundo escepticismo. «Cuando uno es culpable hasta que demuestra su inocencia, se supone que no debe ser así», dijo.
Los otros casos
Deborah Ramírez, quien no se espera que declare, dice que Kavanaugh se expuso desnudo durante una fiesta de los tiempos en que ambos iban a la Universidad de Yale. «Ellos quieren que nos sintamos solas y aisladas, pero yo estoy allí, abrazándote, y espero que sientas a la gente de esta nación abrazándonos a todos nosotros», señaló en Twitter.
En una declaración jurada de tres páginas presentada el miércoles, Julie Swetnick, residente de Washington, dijo que fue testigo de que “Kavanaugh participó frecuentemente del consumo excesivo de alcohol y contactos inapropiados de naturaleza sexual con mujeres a principios de los 80”.
La otra denunciante, asegura que en 1998 el actual postulante a la Corte Suprema la empujó hacia una pared al salir de un bar de «forma muy agresiva y sexual».
Kavanaugh ha rechazado todas las denuncias y que no conocía a la acusadora más reciente, cuyas acusaciones calificó de «ridículas y provenientes de la Dimensión Desconocida».
