Fernando Karadima fue expulsado de la Iglesia de Chile a través de un decreto firmado por el propio Papa Francisco. Desde el Vaticano se informó que la decisión fue tomada a raíz de los abusos sexuales contra menores de edad cometidos por el otrora sacerdote.
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El comunicado enviado desde la Santa Sede agrega que “el Santo Padre ha ejercido su potestad ordinaria, que es suprema, plena, inmediata y universal en la Iglesia” (Código de Derecho Canónico, canon 331), consciente de su servicio al pueblo de Dios como sucesor de San Pedro”.“El Santo Padre ha tomado esta decisión excepcional en conciencia y por el bien de la Iglesia”, precisa.
Karadima fue informado esta mañana
Una vez conocida la noticia, el máximo representante de la Iglesia chilena, Monseñor Ricardo Ezzati señaló que durante el transcurso de la mañana se le había hecho llegar la decisión a Karadima. «Quiero decir finalmente dos o tres ideas que me parecen fundamentales para comprender y acoger la decisión del Santo Padre», añadió Monseñor.
«En primer lugar, lo que el Santo Padre firma. Dice que es una decisión excepcional, o sea, que no está dentro de lo que se hace ordinariamente. El Papa ha llegado a esta decisión excepcional en conciencia, es decir, por motivos que tocan su ministerio de pastor y la responsabilidad que tiene en este ejercicio del ministerio de pastor», destacó Ezzati.
Un llamado al «nunca más»
Además añadió que «los católicos de Santiago y la gente de buena voluntad estamos llamados a acoger esta determinación del Santo Padre, quienes creemos y somos parte de la Iglesia, con fe y fidelidad a la acción del Santo Padre». «También hacerlo con esa actitud de colaborar con la tarea propia de la Iglesia de reparar todo daño causado a las víctimas y también a todas las personas que han sufrido y sufren por este hecho», agregó Monseñor.
Finalmente, señaló que la Iglesia chilena desea que se construya un camino cada vez más transparente, para que estas situaciones no sucedan. «Para que justamente el ‘nunca más’ sea también realidad en nuestra Iglesia de Santiago», concluyó el Cardenal.
