Altos funcionarios del gobierno negaron el domingo que la Casa Blanca esté “microgestionando” la nueva averiguación de antecedentes del postulado a la Corte Suprema Brett Kavanaugh por el FBI. Sostuvieron que es un proceso a cargo del Senado, y que solo los legisladores determinan sus parámetros.
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El presidente Donald Trump se opuso inicialmente a la investigación ante las denuncias de abuso sexual contra Kavanaugh, pero el presidente y los jefes del bloque de senadores republicanos aceptaron cuando el senador Jeff Flake, de Arizona, dijo que no votaría a favor de la confirmación del juez sin ella.
La secretaria de prensa de la Casa Blanca, Sarah Huckabee Sanders, dijo que era el Senado el que supervisaba la pesquisa.
“El asesor legal de la Casa Blanca ha permitido al Senado dictar los términos y los alcances de la investigación”, dijo por la cadena noticiosa Fox. “La Casa Blanca no interviene. No estamos microgestionando este proceso. Es un proceso del Senado. Lo ha sido desde el comienzo y dejamos que el Senado siga dictando los términos”.
La asesora de la Casa Blanca Kellyanne Conway emitió un mensaje similar, de que la investigación tendrá un “alcance limitado” y “no será una expedición de pesca. No es lo que se le ha pedido al FBI”.
Pero el alcance preciso de la investigación no está claro.
Trump dijo a la prensa el sábado que “el FBI, como ustedes saben, está en todas partes hablando con todos”.
“Tienen rienda suelta. Harán lo que tengan que hacer, lo que sea que hagan. Harán cosas de las que ni siquiera hemos pensado”, dijo el presidente al partir en un viaje a Virginia Occidental. “Y esperamos que al concluir todo esté bien”.