El 1,98% de las personas que viven en Chile declaran tener una orientación distinta a la heterosexual, según datos la Encuesta de Caracterización Socioeconómica Nacional (Casen 2017) calculados por Pulso y que reflejan un incremento de un 0.44% en relación al 2015.
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En específico, el 1,54% de la población (221.796 personas) se declara gay o lesbiana, lo que equivale a 75 mil personas más que en 2015. Además, el 0.33% (48.127 personas) se declaró bisexual, mientras el 0.11% (15.895 personas) se ubicó en la categoría “otra”.
Es decir, cerca del 2% de los habitantes del país mayores de edad se reconocen parte de la diversidad sexual y de género y no se definen heterosexuales.
En cuanto a la identidad de género, el 3,7% de los hombres (sexo biológico) se identifica con el género femenino, mientras el 2% de las mujeres declaró una identidad masculina.
En 2015, el total de diversidad sexual fue 1,54%, aumentando a 1,98% para 2017. “Un alza pequeña, en la que quizás ciertas discusiones sociales que se dieron en temas como el Acuerdo de Unión Civil pueden haber influido en que cada persona puede declararse como diversa”, explica Alemka Tomicic, codirectora del Centro de Estudios en Psicología Clínica y Psicoterapia de la U. Diego Portales (Cepps-UDP).
Al comparar los actuales datos con los de 2015, se ve un alza en el reconocimiento de identidad sexual gay y lesbiana, que pasó de 1,04% a 1,54%. No se trata, aclara Tomicic, que hay más gays o lesbianas, sino que más personas lo reconocen. “Esto no es un problema, es una característica de las personas, y lo que tenemos es la indicación de quienes ahora responden la pregunta. Eso ayuda a la visibilización, lo que permite darles un lugar social”.
Mejores políticas
Valoramos el aumento de personas que se declara gay, lesbiana o bisexual en comparación al 2015, pues se refleja menor miedo para reportar la propia orientación sexual, así como un empoderamiento para el ejercicio de la libertad individual”, sostuvo el vocero del Movilh, Óscar Rementería.
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“Esperamos que estas cifras sean consideradas por la autoridad para la implementación y de mejores políticas públicas para la población lésbica, gay, bi, trans e intersex (LGBTI), pero siendo teniendo en consideración que los resultados de la Casen están muy por debajo de la realidad”, apuntó Rementería.
En efecto, de acuerdo a los cálculos del movimiento LGBTI a nivel mundial, y que se basan en la experiencia o sondeos, al menos entre el 7% y el 10% de la población tiene una orientación sexual diferente a la heterosexual.
“Ello implica que en Chile habría cerca de 1.700.000 personas lesbianas, gays, o bi, muy por encima de las 221.796 personas que lo reconocen en la Casen. Una razón de la sub-representación sin duda es la discriminación por orientación sexual, que si bien es mucho menor a la década de los 90, sigue siendo lo suficientemente grave como para impactar en derechos básicos como la salud, la educación, el trabajo o incluso la vida. Frente a ello, se prefiere mantener en reserva la orientación sexual, ”, añadió Rementería