Ante la proximidad del fallo de La Haya, las Conferencias Episcopales de Chile y Bolivia emitieron una declaración conjunta en la que expresan que «somos dos pueblos hermanos, unidos por la fe y por la experiencia de comunión, de fraternidad y solidaridad que caracterizan nuestras relaciones mutuas y las de nuestras Iglesias».
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Añaden que «por pertenecer a América Latina, somos una unidad geográfica y cultural que la gente de nuestros pueblos sabe reconocer y expresar a través de tantos signos de integración, relaciones interpersonales y muestras de religiosidad popular que traspasan fronteras».
A juicio de los obispos de ambas naciones, «la realidad de la unidad, que se muestra en los deseos e intentos de integración regional, no siempre coronados por el éxito, nos hace constatar también la falta de concordia por contradicciones y brechas de estridentes desigualdades y marginaciones. Sin embargo, nuestros pueblos tienen vocación de paz».
«Como pastores de la Iglesia Católica, queremos facilitar el conocimiento mutuo y el compartir de experiencias para superar las divisiones entre nuestras naciones. Ante la proximidad de la sentencia del Tribunal Internacional de la Haya, nos sentimos llamados a ser instrumentos de unidad, siguiendo el deseo de Cristo: «Padre, que todos sean uno» (Jn 17,21)», añade la declaración.
Finalmente, invitan a todos los católicos y a las personas de buena voluntad de los dos países «a acatar la sentencia con fe, paz y sensatez, espíritu constructivo y fraterno y, más allá de lo que el Tribunal decida, ejercer nuestra responsabilidad como instrumentos de integración, justicia y unidad entre nuestros pueblos, manteniendo y profundizando un trabajo común como pueblos hermanos, particularmente en favor de los más desposeídos».