A las 10 horas de hoy, 15:00 de La Haya, Holanda, se conocerá el fallo de la Corte Internacional de Justicia (CIJ) por la demanda marítima de Bolivia que pretende obligar a Chile a negociar una salida al océano Pacífico con soberanía, lo que es tajantemente rechazado por nuestro país.
PUBLICIDAD
La demanda boliviana se remonta al 24 de abril de 2013, cuando el gobierno de Evo Morales recurrió formalmente a la CIJ, argumentando que Chile se había comprometido a negociar una salida soberana al mar para Bolivia a través de acuerdos, práctica diplomática y declaraciones de sus representantes.
El 24 de septiembre de 2015 la corte rechazó la objeción preliminar presentada por Chile, que argumentaba que luego de la firma del Tratado de 1904 ya no hay temas limítrofes pendientes con Bolivia y que la CIJ no tenía injerencia en el tema. Es decir, la corte se declaró competente.
En Santiago, el fallo será esperado en La Moneda por el Presidente Sebastián Piñera junto al canciller Roberto Ampuero, además de los ministros Andrés Chadwick, Cecilia Pérez y Gonzalo Blumel, y los presidentes del Senado, Carlos Montes, de la Cámara de Diputados, Maya Fernández, y de la Corte Suprema, Haroldo Brito, entre otras autoridades.
En La Haya, la delegación chilena estará encabezada por el agente Claudio Grossman, mientras que la de Bolivia será liderada por el presidente Evo Morales. También se esperan actos públicos en Antofagasta y La Paz.
La lectura del fallo demorará aproximadamente una hora y estará a cargo del presidente de la corte, el juez somalí Abdulqawi Ahmed Yusuf, quien sólo comunicará un extracto de la sentencia. No habrá intervenciones de los agentes de Chile, Claudio Grossman, ni de Bolivia, Eduardo Rodríguez-Veltzé.
El mejor escenario para Chile es que la CIJ falle que no hay una obligación de negociar de parte de nuestro país y que no haga un llamado a dialogar ni a retomar conversaciones para una salida soberana de Bolivia al mar.
PUBLICIDAD
Significaría que la corte acogió todos los argumentos expuestos por Chile en su contramemoria, dúplica y alegatos orales, y que se resumen en que el Tratado de 1904 solucionó todos los problemas limítrofes entre ambos países y que debe ser respetado.
Evidentemente y en contra partida, el peor escenario para Chile es que la CIJ falle a favor de Bolivia y acoja las dos principales peticiones de su demanda: que Chile está obligado a negociar y que se debe llegar a un acceso al mar con soberanía. Este fallo se denomina obligación de resultado e implica que la corte impondrá condiciones, plazos y la obligación de informar sobre los avances.
Un tercer escenario sería un fallo de la corte que obligue a negociar, pero sin ninguna imposición sobre el acuerdo final. Se denomina obligación de medios, no de resultados, y es lo que resolvió La Haya en su sentencia de 2015, cuando rechazó la objeción preliminar presentada por Chile, pero con la aclaración de que no podría predeterminar el resultado de una eventual negociación.
Finalmente, un cuarto escenario consistiría en que la CIJ llame a ambos países a retomar negociaciones en el marco de una buena vecindad, sin ningún compromiso sobre el resultado ni plazos o características del proceso. Este escenario y el tercero serían asumidos por Bolivia como un triunfo.