El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, elogió el lunes el renovado tratado comercial con México y Canadá, afirmando que «es el acuerdo más importante que hemos hecho hasta ahora».
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Hablando el lunes en la Rosaleda de la Casa Blanca», el mandatario afirmó que «sin los aranceles no estaríamos hablando de un acuerdo», en referencia a una oleada de impuestos al acero y aluminio que importa Estados Unidos. Opinó que esos gravámenes han atraído a los socios comerciales de Estados Unidos a la mesa de negociaciones.
Trump afirmó que los aranceles también están haciendo que la Unión Europea, Japón y Corea del Sur busquen nuevos acuerdos comerciales con Estados Unidos.
El nuevo pacto concretado justo antes del plazo, que venció la medianoche del domingo, se llamará Acuerdo Estados Unidos-México-Canadá (Usmca), por sus siglas en inglés) y reemplaza al Tratado de Libre Comercio de América del Norte (Tlcan) de 24 años de vigencia y al que Trump ha descrito como un desastre que ha eliminado empleos en su país.
El domingo por la noche, Canadá se sumó a un renovado tratado de libre comercio de América del Norte después de varias semanas de arduas negociaciones y bajo una fuerte presión, apenas unas horas antes de que venciera el plazo impuesto por Estados Unidos.
En un comunicado conjunto, el representante comercial estadounidense Robert Lighthizer y la canciller canadiense Chrystia Freeland dijeron que el acuerdo «fortalecerá a la clase media y generará empleos buenos y bien pagados y nuevas oportunidades para los casi 500 millones de personas para las que Norteamérica es su hogar».
Trump tuiteó el lunes por la mañana que el nuevo acuerdo es un «gran pacto» que «resuelve las muchas deficiencias y errores del Tlcan, abre enormemente los mercados a nuestros agricultores y fabricantes, reduce las barreras comerciales para Estados Unidos y unirá a las tres grandes naciones, en competencia con el resto del mundo».
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«¡Felicitaciones a México y Canadá!», agregó.
Las características del nuevo acuerdo
El nuevo acuerdo comercial tiene algunos cambios, pero mantiene algunos puntos que Trump orginalmente quería eliminar:
- otorga a los agricultores y granjeros estadounidenses más acceso al mercado lácteo de Canadá
- mantiene el proceso de resolución de disputas del Tlcan, que Estados Unidos quería disolver
- ofrece a Canadá protecciones en caso de que Trump quiera proseguir con sus planes de imponer aranceles a los vehículos, camiones y autopartes importadas por Estados Unidos.
«Es un buen día para Canadá», declaró el primer ministro Justin Trudeau al salir de su oficina. Añadió que diría más el lunes.
«Celebramos el acuerdo trilateral. Se cierra la puerta a la fragmentación comercial de la región», tuiteó Jesús Seade, el principal negociador comercial en representación del presidente electo de México.
Marcelo Ebrard, el próximo secretario de Relaciones Exteriores del gobierno del presidente electo de México, Andrés Manuel López Obrador, dijo en conferencia de prensa junto a Seade y la futura secretaria de Economía, Graciela Márquez, que el acuerdo recoge la agenda laboral que habían propuesto en campaña y que esto incluía la garantía plena de los derechos de los trabajadores y la libertad sindical.
«Esto es una oportunidad para el fortalecimiento del mercado interno y una apuesta al capital humano como eje de desarrollo del país», añadió.
Por qué Trump empezó la disputa
El ya desaparecido Tlcan eliminó la mayoría de las barreras comerciales entre México, Estados Unidos y Canadá, lo que generó un incremento en el comercio entre las tres naciones, pero Trump y otros detractores informaron que alentaba a los fabricantes estadounidenses a trasladarse al sur de la frontera para aprovechar los bajos salarios en su vecino del sur, lo que representaba una pérdida de empleos.
Trump hizo campaña bajo la promesa de reescribir este tratado o deshacerse de él. Las conversaciones de renegociación comenzaron hace más de un año. Para apaciguar a Trump, México accedió en agosto a cláusulas que requerirían que entre 40% y el 45% de un automóvil se construya en países donde los trabajadores recibieran un sueldo mínimo de 16 dólares por hora para ser elegibles a los beneficios de libre comercio del Tlcan.
Pese a haber logrado su objetivo, el mandatario estadounidense afirmó que no está “del todo seguro” de que el Congreso aprobará el renovado acuerdo comercial, acusando a los demócratas de estar pensando en las próximas elecciones legislativas para no darle su visto bueno.