La votación del Senado terminó 50 a favor y 48 en contra de Kavanaugh, en medio de protestas de mujeres en las puertas del Capitolio. Con la excepción del senador demócrata Joe Manchin, los bloques se definieron de forma partidista, con los republicanos en apoyo, y los demócratas rechazando su confirmación.
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La votación fue el último paso de un proceso que comenzó el pasado 9 de julio, cuando el presidente Donald Trump anunció la nominación de Kavanaugh para el Supremo con el fin de cubrir el puesto vacante dejado por el juez Anthony Kennedy, que se jubiló.
Posteriormente, el 4 de septiembre se iniciaron las audiencias que debían evaluar su candidatura en el Comité Judicial del Senado, donde los demócratas pusieron el foco en sus posturas sobre el aborto y el poder presidencial.
Acusación de abuso
Cuando el comité se disponía a votar, los demócratas pusieron sobre la mesa la acusación de abuso contra Kavanaugh de la profesora de psicología Christine Blasey Ford, que acudió la semana pasada a narrar su versión de los hechos, supuestamente ocurridos en 1982.
Las alegaciones de Ford estuvieron seguidas de las de otras dos mujeres, lo que ocasionó que los senadores presionaran a Trump para que el FBI investigara las acusaciones y emitiera un informe confidencial este jueves.
Respaldo de Trump
Trump ha ofrecido su respaldo a Kavanaugh a pesar de las denuncias de las mujeres, y ha asegurado que se trata de un embuste organizado por la oposición demócrata para frenar la confirmación de su nominado al Supremo.
Sin ir más lejos, el presidente insistió el sábado a pocas horas del inicio de la votación en queKavanaugh es un «muy buen hombre».
La decisión del Senado del sábado inclina la balanza de la Corte Suprema hacia el lado conservador, lo que puede repercutir en una serie de temas sociales clave como el aborto, cuyo fallo que lo habilita podría ser derogado.