Las autoridades chinas batallan para contener un lío de relaciones públicas por la desaparición del ahora ex presidente de Interpol, Meng Hongwei (64), durante un viaje a su China natal cuando dijeron el lunes que era legalmente investigado por soborno y otros delitos.
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En una muestra de la naturaleza urgente y probablemente imprevista de la investigación, el Ministerio de Seguridad Pública, encabezado por Zhao Kezhi, dijo en un comunicado que los altos funcionarios del ministerio se reunieron a primera hora del lunes para discutir el caso del alto funcionario.
“La investigación contra Meng Hongwei aceptando sobornos y violando supuestamente la ley es muy oportuna, absolutamente correcta y bastante sensata», exponen e indican que ésta «demuestra que no hay privilegios ni excepciones frente a la ley, y cualquiera que la viole debe ser gravemente castigados».
Tenemos cero tolerancia con la corrupción”, Zhao Kezhi, ministro de Seguridad Pública
El comunicado agrega que «debemos reconocer el daño serio que han causado al partido y la causa de la seguridad pública la aceptación de sobornos y supuestas violaciones a la ley de Meng Hongwei, y aprender de esto».
La ex cabeza de la Interpol habría tenido posiblemente trados con el ex jefe de seguridad, Zhou Yongkang, sentenciado a cadena perpetua por corrupción.
El domingo China informó que Meng estaba siendo investigado y, al poco tiempo, Interpol anunció que el detenido había renunciado como su presidente. No se pudo localizar al ex presidente de la Interpol para que hiciera una declaración.
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¿Razones políticas?
Sin embargo, medios internacionales insinúan que el arresto del ex presidente de la Interpol puede tener tintes políticos. Meng podría ser la víctima más reciente del ajuste de cuentas con los jerarcas considerados desleales al gobernante Partido Comunista (PC).
La mayoría de los funcionarios investigados por las autoridades anticorrupción son discretamente secuestrados para ser interrogados por al nueva y poderosa Comisión Nacional de Supervisión, que puede detener a los sospechosos de corrupción hasta seis meses sin notificárselo a un juez, negándoles contacto con familiares y abogados.
De acuerdo con Abc, la campaña anticorrupción de Xi Jinping ha castigado a más de un millón y medio de personalidades del PC desde que asumió el poder a finales del 2012, entre los que se encuentran numerosos rivales políticos.