La reunión de otoño del Fondo Monetario Internacional suele ser un momento de balances. En la ciudad indonesa de Bali, y con el cierre del año a la vuelta de la esquina, las proyecciones del FMI dan cuenta de un escenario desigual en Sudamérica: mientras las proyecciones sobre Chile se corrigen al alza, los números para Brasil se recortan y, en el caso de Argentina, se tornan rojos por dos años.
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En el informe «Perspectivas Económicas Globales», presentado hoy, el FMI revela que las proyecciones para el país crecerán 0,2 puntos porcentuales según lo estimado en abril. Así, la economía de Chile crecerá un 4% este 2018, y no un 3,8% calculado anteriormente. Además, el organismo prevé un recorte de las expectativas para 2019, estimando que se crecerá un 3,4%. Para 2023, en tanto, el FMI calcula que el PIB chileno crecerá al orden del 3%.
La inflación, por su parte, iría según los cálculos del Banco Central. Se visualiza que este cerrará en un 2,9 %, seis décimas más que el 2,3 % que registró 2017. Para 2019 llegará al 3 %.
Argentina se contrae
Al otro lado de la cordillera, Argentina supero el peor de sus vaticinios. Si a finales de julio el FMi no pudo hacer otra cosa que admitir lo peor, diciendo que el 2% de crecimiento pronosticado para los trasandinos en realidad sería del 0,4%, tres meses después las proyecciones son aún más oscuras. La realidad es que, recalculadas las cifras, el país vecino se contraerá un 2,6%.
“Después de crecer un 2,9% en 2017, se espera que Argentina se contraiga en un 2,6% en 2018, una gran revisión a la baja en relación con el pronóstico del FMI de abril de 2018 (…) Se espera que la economía se contraiga en un 1,6% adicional en 2019. Se espera un crecimiento del 3,2% a mediano plazo bajo la implementación constante de las reformas y el retorno de la confianza”, dice el informe.
En inflación, por su parte, Argentina estará en el top cinco mundial. El FMi pronostica que los productos del comercio argentino serán un 40,5% más caros al cerrar este año, cifra que solo es superada por Sudán, Sudán del Sur, Irán y el 10.000.000% de inflación de Venezuela.
