En medio de un escenario donde el debate sobre el monopolio de Transbank en los medios de pagos recobró fuerza, un banco incursionó con una medida audaz.
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Se trata del Santander, institución que decidió no renovar el vínculo que tenía con la red de pagos desde 1997, por lo que a partir del próximo año comenzará a operar con una plataforma distinta.
Según informó Pulso, el gerente general Manuel Matta anunció el pasado 27 de septiembre que no se renovará el contrato de «adquirencia» con Transbank, medida que tendrá un efecto inmediato en 2019.
La decisión es histórica, ya que hasta la fecha el único proveedor habilitado por la banca para operar las tarjetas de crédito y débito es Transbank. No por nada el debate sobre un monopolio en el sistema volvió a la palestra luego de que el Tribunal de Defensa de la Libre Competencia (TDLC) emitiera una indicación para que la plataforma deje atrás el cobro de comisiones diferenciadas según el rubro.
De momento se desconocen los alcances de la decisión. Actualmente, Transbank hace las veces de operador y adquiriente, por lo que procesa las transacciones y afilia a los comercios para que se permita el pago a través de las tarjetas de los bancos.
Es lógica se romperá el próximo año, ya que la decisión de Santander implica la independencia de la primera institución financiera con Transbank, por lo que podría comenzar a trabajar con una plataforma propia o contratar los servicios de otros sistemas de pago, como Multicaja.
