Tras casi dos años en Chile, el domingo pasado el venezolano Jesús Zambrano visitó por primera vez el Templo Bahá’í. El joven de 26 años se bajó en la Estación Grecia y tomó el recorrido 506, que lo dejó a media hora a pie de la construcción inaugurada el 13 de octubre de 2016.
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“Es una gran experiencia, para orar y relajarse”, cuenta el electricista y personal trainer, quien en cuatro horas recorrió los jardines, ingresó al centro de adoración y, por supuesto, se sacó fotografías al ingreso y la salida.
“Me entere de la existencia del templo por Instagram, tengo muchos amigos que han ido”, revela Zambrano, uno de los cientos de usuarios de esa red social que el fin de semana se inmortalizó en el recinto de Peñalolén.
A poco de celebrar su segundo aniversario, el primer templo de este tipo en Sudamérica –acaba de inaugurarse otro en Colombia- ha excedido su sentido original: su marco escénico lo tiene como hito turístico para extranjeros y santiaguinos, que llegan con el objetivo de una postal.
“Noté que las demás personas no compartían en el templo, más que todo los veía sacándose fotos. Algunos se pierden el momento y la arquitectura. Para mí es un lugar espiritual, se siente una gran armonía, estuve cerca de tres horas ahí”, dice el joven.
De acuerdo al director de la Casa de Adoración, Eduardo Rioseco, cada mes reciben entre cincuenta y sesenta mil personas. “En agosto llegamos al millón de visitantes desde nuestra apertura. El promedio sigue aumentando cada mes”, indica a Publimetro.
“Que se saquen fotos me parece bien, demuestra un aprecio por el lugar. Después de dos años el análisis es muy positivo, la respuesta de la gente ha sido muy cálida. El templo está cumpliendo el propósito para el que fue construido, que es ofrecer un espacio de oración abierto a todos. Cualquier puede sentirse bienvenido. Hay diversidad de visitantes: desde los que vienen de paseo hasta lo que vienen por una búsqueda espiritual. Nuestro rol es acompañar a todos”, añade Rioseco.
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¿Una recomendación? Levantarse temprano. “Nos pasaba que en horas específicas se generaba aglomeración, principalmente sábado y domingo después de las 15.00 horas. La gente ha entendido eso y se ha ido equilibrando el flujo durante el día. La mañana es la mejor hora para visitar el templo, es una experiencia distinta”, recomienda su director.
Bahá’ís chilenos
Diseñado por la firma canadiense Hariri Pontarini Architects, el Templo Bahá’í es la casa de una religión joven: se estima que tiene seis millones de seguidores en el mundo, seis mil de ellos en Chile. Fue fundada en el siglo XIX por Bahá’u’lláh en Medio Oriente, con el mensaje de que todos los credos provienen de un creador.
“Hemos percibido un aumento del interés en Chile por conocer un poco más del a Fe Bahá’í. Yo creo que ha habido un aumento de personas identificadas como Bahá’í, pero sería muy difícil dar una cifra. Actualmente muchas personas se contactan con las comunidades Bahai’s cercanas a sus comunas, en el templo ayudamos a generar eso vínculos. Mucha gente también va al templo con regularidad, donde hay varias opciones para participar”, menciona Rioseco, quien no descarta la construcción de otro templo.
“La comunidad Bahá’í tiene la visión de construir templos en muchos lugares, pero eso se hace de manera pausada. No hay apuro en ese sentido. Este minuto hay cinco templos en proceso de construirse en otras regiones del mundo. Eventualmente podría haber otro templo en algún otro país de Sudamerica y quizás en otra región de Chile, pero no hay ningún plan específico”.