El paso de los huracanes no sólo deja inundaciones y destrucción, también trae consigo una lluvia de miles de ranas y sapos, esto es lo que ocurrió en Carolina del Norte tras el paso del huracán Florence.
PUBLICIDAD
«(¡Están) en todas partes! Una saltó en mi cara mientras estaba acostado en la cama», señaló uno de los residentes a The Outer Banks Voice.
Recomendados
El misterioso “agujero negro” en medio del océano que fue encontrado en Google Maps
Mujer resulta con pulmón perforado tras sesión de acupuntura: “Estaba aterrorizada”
Noche de jarana en el Caso Luminarias: sorprenden ebrio en un bar a imputado que se encuentra con...
De acuerdo con el biólogo estatal Jeff Hall, entrevistado por el medio Charlotte Observer, se produjo una convergencia de dos tipos de ranas y sapos en la costa.
La primera camada son los renacuajos que nacieron producto de las anormalmente intensas lluvias de junio y julio, la segunda se trata de sapos del este, que encontró un nuevo hábitat producto de los pequeños charcos creados por Florence.
«Todas estas ranas están buscando tierra seca, por eso están apareciendo en lugares a los que normalmente no van … He oído que la gente sale a la calle y las ranas caen sobre sus hombros, asustándolas», revela el especialista.
Las nubes no tienen nada que ver respecto a que estos anfibios «caigan del cielo», las ranas y sapos tienden a ocultarse en las pequeñas ranuras de las puertas y ventanas, de ahí que caigan sobre las cabezas de los ciudadanos, explica Hall.