Cientos de personas disfrazadas «asustaron» este sábado a los transeúntes en las calles del centro de Santiago, celebrando una década de un paseo zombi que se ha convertido ya en un clásico de la ciudad.
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Los zombis usaron trajes complicados y caras totalmente desfiguradas, cabellos de todos los colores, calaveras personificadas y hasta candados en la nariz. Los disfraces más sencillos eran de apenas algo de “sangre” en las mejillas y otras zonas de la cara.
Los protagonistas de míticas películas de terror, como el omnipresente Freddy Krueger, fueron los personajes más repetidos entre los asistentes. También hubo hombres de las cavernas y medievales, en referencia a series famosas de televisión, todos con dientes prominentes y desfigurados, con mucho color negro y gris en la cara y, sobre todo, sangre por todas partes.
Hubo también zombis disfrazados de payaso y algunos vestidos de monjas o sacerdotes versión post mortem. También hubo espacio para la crítica social: uno de los zombis grises tenía inscripciones de «Central Nuclear Quintero», una población de Chile, a 150 kilómetros de Santiago, en un área llena de industrias que ha estado en las noticias por los escapes de nubes tóxicas que han afectado a cientos de personas en las últimas semanas.
“Como todos los años, es súperentretenido… uno puede venir a divertirse y entretenerse. Aparte, para salir de lo normal, relajarse», explicó a The Associated Press uno de los participantes, Víctor Fuentes, quien dice ser un asistente habitual. Fuentes mostraba un disfraz con ojos azules desiguales y encarnando a un diablo, con la piel roja.
“Todos los años nos disfrazamos de diferentes temáticas. Temáticas un poco más pagánicas”, relató otro de los participantes habituales, que solo se identificó como Eduardo. Su cara lucía desfigurada y atravesada por cicatrices.
“Estamos más que felices de cumplir una década levantando a todos los muertos de Chile”, dijo la organización del paseo, Zombiwalk Chile, en las redes sociales.