Primero fue Diana de Gales quien prefirió la Lindo Wing de St Mary’s Hospital para traer a sus hijos al mundo; su hijo William y su esposa Kate siguieron sus pasos con sus tres pequeños. Ahora la hermana de la duquesa de Cambribge, Pippa Middleton, optó por dar a luz a su primer hijo bajo el mismo lujo, confort y privacidad que ofrece este icónico centro de salud en Londres.
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Se especula que Meghan, quien tiene 12 semanas de embarazo, dará a luz en este mismo hospital.
El palacio dio la buena nueva
El hospital de la realeza británica
La historia de la famosa Lindo Wing se remonta a 1937, cuando fue inaugurado por la reina Isabel, madre de la actual monarca inglesa. Allí el ginecólogo y obstetra real, Sir George Pinker, atendió además los partos de la princesa Anne, la duquesa de Gloucester y la princesa Michael de Kent.
Esta clínica cuenta con los servicios más exclusivos para las pacientes, que buscan no solo una atención médica de calidad, sino también pagan por obtener comodidades más acordes a un hotel cinco estrellas. Para los aristócratas y celebridades, hay otra ventaja del hospital St. Mary ofrece: la privacidad.
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Momentos únicos
Ya sabemos que Pippa no le teme a la exposición mediática, siendo una ella un socialité consumada de Reino Unido. Pero todo tiene un límite y ha mantenido algunos aspectos de su embarazo en la más absoluta reserva familiar. Bajo este parámetro no es de extrañar que haya decidido dar a luz en la Lindo Wing, tras las tres experiencias positivas de su hermana menor.
“La discreción es la clave de nuestro servicio, y nos aseguraremos de que tenga el espacio, la seguridad y la privacidad que necesita para disfrutar de estos preciosos momentos como familia”, dice el centro de salud en su portal.
Pero además cuentan con suites de lujo, baños spa, televisión satelital, WIFI y chef personal. “Las instalaciones del ala incluyen una guardería segura y supervisada, para que pueda disfrutar de un descanso mientras se siente seguro de que su bebé está bien cuidado”, explican.
Pippa podrá degustar también los postres que sirven a la hora del té en la clínica, que cuesta a diario 7.500 libras esterlinas; así como un menú para todas las dietas: incluyendo vegetariano, kosher y comidas halal.
