Luego de anunciar su embarazo, finalmente Meghan se desprendió de sus prendas holgadas y colores oscuros y dio paso a un primer estilismo con el que lució su embarazo con orgullo.
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La duquesa de Sussex se encuentra de gira con su esposo el príncipe Harry por Australia, Nueva Zelanda, Fiji y Tonga y para este martes donde recibieron la bienvenida por parte del gobernador general de Australia y su esposa en su residencia, la Admiralty House, en Sídney, Meghan decidió estrenar un sencillo pero elegante vestido blanco de la australiana Karen Gee.
El diseño es el modelo Blessed, cuyo precio ronda los 1.100 euros. A sus pies llevaba los salones de ante nude de Stuart Weitzman, el modelo Legend de 320 euros. En su visita al zoo, se cubrió con un trench.
Este modelo dejó a la vista su pancita de embarazada, que causó conmoción y ternura en los presentes, pues Meghan luce radiante.
Como joyas, eligió unos pendientes en forma de mariposa que pertenecieron a la princesa Diana, realizados en diamantes y oro amarillo.
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Esta es la segunda ocasión en la que Meghan rinde homenaje a su difunta suegra luciendo alguna de sus joyas, pues ya lo hizo en su fiesta post boda con un anillo de aguamarinas. Y también llevó una pulsera tipo esclava, de la madre de su marido.
