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Así Tercer Milenio reemplazará a Transantiago: Peñalolén, Maipú y Renca, los primeros con buses rojos y gris con wifi

En una segunda etapa se unen también recorridos que conectan Ciudad Satélite y Puente Alto con Providencia y Santiago Centro. En marzo ya habrá 660 máquinas nuevas recorriendo la ciudad.

Una parte del Transantiago, tal como lo conocemos hasta ahora, cambiará desde este martes. Se trata de los buses, que serán renovados y cambiados de color. Todo parte con líneas como las de Cerrillos. Así, la 101 que va a Recoleta o su variante 101c que llega a Blanqueados dejarán de ser celestes y, de forma progresiva, se convertirán en naranjos.

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¿Por qué el cambio? Hoy lunes se acaba el contrato de Alsacia, el peor operador del Transantiago y sus recorridos serán absorbidos por otras compañías como Express. Esta última tiene buses naranjos y al «adoptar» las líneas de la compañía que se va, también las hará cambiar de color. Por lo mismo, servicios como 103, 106, 107, 107c, 107y, 108, 117 y 117c también serán naranjos.

Primeros buses rojos con gris

No es todo: el adiós al peor de todos considera también la llegada de buses Tercer Milenio: rojos y grises, similares a vagones del Metro. Los primeros en llegar serán los 100 eléctricos BYD, que estarán en Chile en noviembre pero que operarán con letreros 516 (Peñalolén a Maipú) para después del 15 de diciembre.

Buses vienen con wifi

Dos semanas después, en enero de 2019 la Línea 3 del Metro ya estará operativa. Esta es la primera que combina con todas las demás líneas del subterráneo y según la ministra de Transportes, Gloria Hutt, «puede haber una reacomodación de los viajes de una magnitud muy importante».

En esa misma fecha, servicio que en su mayoría son de Renca a Maipú, como el 109, 110, o a Santiago Centro como el 408 y sus variantes c y e, entre otros, también dejarán de ser celestes y se convertirán en rojos con grises con buses Tercer Milenio de alto estándar: serán 65 máquinas Marcopolo a combustible de Euro VI, todos con wifi, pisos bajos y cargador USB.

Segunda camada de buses Tercer Milenio

Para la segunda quincena de enero, los recorridos de Ciudad Satélite como el 111 a Pajaritos o el 113 y 113 c que llegan a Santiago Centro también recibirán 148 buses rojos con gris del Tercer Milenio. A esto se sumarán los recorridos de Lo Espejo como el 119, 121, 125 y 126.

A principios de febrero se incorporan 119 buses Tercer Milenio por lo que se convertirán en buses rojos con grises los recorridos 102, 104 y 114 del Mall Plaza Tobalaba (Puente Alto) a Providencia y Blanqueado, además del 112 n que une Recoleta con La Florida.

Tercera carga de rojos con grises

A fines de ese mes serán 129 máquinas Tercer Milenio que se harán cargo de los recorridos de Renca como el 105, 120 y 410 con sus derivados. También pasará lo mismo con el 116 de Huechuraba a Santiago Centro.

Ya para el 1 de marzo habrá al menos 461 de estos buses en recorridos, que además se sumarán a otros 100 buses eléctricos Yutong, que llegan a suelo nacional en febrero.

Buses son con piso bajo

Serán 660 buses de 6.500… en principio

Así, poniendo todo en la calculadora, para esa fecha habrá al menos 660 nuevos buses. La idea es decirle adiós al Transansantiago. «A eso apuntó nuestro proyecto» dijo el pasado 3 de octubre el Presidente Sebastián Piñera cuando presentó los buses a combustible Euro VI.

La ministra Hutt fue aún más específica. «Tercer Milenio es un concepto que engloba todas las soluciones de transporte, no sólo Transantiago. También incluye los servicios de ferrocarriles, tranvía o teleférico que eventualmente se implementen», señaló ese día.

Pero hay voces críticas. Una de ellas es la de Carlos Melo, ex subsecretario de Trasportes del gobierno pasado. «A mi juicio la estructura del sistema sigue siendo la misma, con un mejoramiento tecnológico y de renovación de flota, pero una estructura contractual muy similar», indicó a Publimetro.

¿Cambiar la imagen del Transantiago?

Más allá de lo político, ¿servirá para cambiar la imagen del sistema? Cristián Leporati, director de la Escuela de Publicidad de la UDP tiene sus dudas. «Si viene una nueva marca tiene que ser con un cambio radical, no con algunos buses o con un simple cambio de colores, porque la gente va a creer que es un engaño. Si la cantidad es muy menor, va a olerse como un maquillaje político, propagandístico, más que un cambio verdadero».

«En términos de marketing político le van a sacar la punta al lápiz: van a mostrar los buses, todas las autoridades van a hablar de eso, el Presidente saldrá cortando cintas. Pero si el cambio es sólo en un par de buses,, si son 100 o incluso 400 de 6.500, es muy poco. Eso porque el real problema del Transantiago no sólo son los buses, son también la frecuencia, los tiempos de espera, la accesibilidad del servicio, los recorridos», agrega el profesor.

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