La consultora australiana Mercer, en su Índice Global de Pensiones 2018, situó a Chile como el octavo mejor sistema previsional del mundo. El dato duro sería para vanagloriarse, ya que superamos a países como Canadá, Reino Unido, Nueva Zelanda y Suiza, además de solo ser superados por un selecto grupo de naciones de Europa del norte. Esa posición, no obstante, dicta con el ánimo de las personas, que ven en las AFP el sueño trunco de una vejez tranquila.
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El podio de líderes lo integran Holanda (80,3), Dinamarca (80,3) y Finlandia (74,5), mientras que Chile sacó nota 69,3, suficiente para ser el mejor de Sudamérica. Esa evaluación de las AFP dio para festejos desde el gobierno. «Como bien sabemos en Chile, la discusión respecto al tema de pensiones es larga y de muchas pasiones (…) No me parece que tengamos que hacer borrón y cuenta nueva, creo que todo lo contrario, construir algo mejor sobre lo que ya tenemos», valoró el ministro de Economía José Ramón Valente desde su gira por Europa.
Adecuación
¿Qué mide el índice de pensiones? El ranking, que mide a 34 países, se define en tres parámetros: adecuación, sostenibilidad e integridad. El primero hace referencia al beneficio del sistema hacia las personas y el apoyo fiscal, mientras los otros dos tratan del piso legal y cuan capaces son las AFP de sostenerse en el tiempo.
«El índice está orientado a la calidad de las regulaciones y la estabilidad financiera, no en las personas», dice Gonzalo Martner, economista de la Universidad de Santiago. Para el experto, debería primar la cobertura y la tasa de reemplazo, que habla del porcentaje de pensión que reciben según el promedio del salario que recibían en su vida laboral.
«La comparación que hace la Ocde sobre sus 34 países miembros es mucho más acuciosa. Ahí es donde se ve lo dramático y malo que es el sistema de pensiones chileno», agrega Martner. En efecto, la Ocde calcula que la tasa de reemplazo en Chile es de 30,3% en mujeres y 33,5% en hombres, pobres resultados si se comparan con el 63% de promedio de esos países.
Según los datos del índice, mientras Chile destaca en la «integridad» del sistema cual país escandinavo, en la «adecuación» hacia la población saca nota negativa. Es más, si solo se toma en cuenta este último pilar, donde el país tiene nota 59,2, hay 19 países con mejor evaluación, incluidos Brasil (72.5), Perú (68) y Colombia (68.4).
«Es muy difícil comparar entre sistemas, dado que hay mixtos y otros privados», dice José Luis Ruiz, académico de la Universidad de Chile. Sin embargo, coincide en que antes de festejar un índice, «urge mejorar la calidad de las pensiones».
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«El sistema por sí solo no está hecho para garantizar tasas de reemplazo, sino que gestionar las inversiones», enfatiza Ruiz, quien, eso sí, coincide con el diagnóstico de mejoras que hace Mercer. «Por impopular que sea, el avance del sistema requerirá que mejoren las condiciones de acceso de la población mayor en edad de trabajar y analizar la edad de retiro (…) Con todo, se requiere destinar más recursos públicos y focalizar mejor la entrega de pensiones solidarias», opina.