Hace 45 años que la legislación francesa establece la igualdad salarial entre hombres y mujeres, pero, como en gran parte del mundo ocurre, esta no se cumple. Por lo mismo, ahora el gobierno sentenció la fecha de muerte de la desigualdad salarial.
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Tres años es el plazo que impuso París a las empresas para que terminen con la injusticia de género en los sueldos. Y de no ser así, a las compañías les dolerá el bolsillo, ya que el gobierno se quedará con el 1% de la facturación de las organizaciones que lo incumplan.
Así lo confirmó la ministra del Trabajo francés, Muriel Pénicaud, quien explicó en una emisora radial local que la medida entra a regir a partir del 1 de enero de 2019, según consigna Emol.
Desde ese día, todas las empresas con más de 50 empleados deberán medir las diferencias de remuneración entre hombres y mujeres, y, de comprobarse las injusticias, tendrán hasta 2022 para que todo esté en regla.
La ministra señaló que en Francia la mujer recibe un 9% menos «por el mismo trabajo». Cifra que ni se compara con la de Chile, donde una profesional en la Región Metropolitana recibe por hora trabajada un 24% menos que los hombres.