Hasta con cinco años de cárcel podría ser condenado un hombre de la ciudad turca de Estambul, quien fue acusado de «impedir que un funcionario público cumpla con su deber», por ser el responsable de más de 45 mil llamados a las líneas de emergencia.
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Pero no se trataba de un bromista, sino más bien de un solitario, que no soportó lo que debió enfrentar tras su divorcio y decidió contar sus penas a los funcionarios de emergencias.
El «delincuente» identificado como Seref Can, de 55 años, hizo en total 45.210 llamados en un año, afectando el trabajo de los funcionarios policiales.
Culpa de la depresión
El medio local Sabah informó que tras ser detenido, el hombre contó a los efectivos su motivación para realizar los llamados.
«Me divorcié de mi esposa hace dos años. He estado bebiendo constantemente. Estaba deprimido y no tenía con quién hablar, así que llamé a la línea de emergencia de la Policía», dijo.
Can no paró de llamar a la línea de emergencia entre el 15 de mayo de 2017 y el 15 de mayo de 2018 y ahora está a la espera de lo que decida el juez.