*Este artículo está en primera persona. Y si a usted le da flojera leer el artículo completo, el video que lo resume en corto está al final.
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Las apariciones extraterrestres son igual que la paz mundial o un político honesto: es algo que todo el mundo quisiera ver algún día, pero que difícilmente ocurrirá. Aún así, como es más fácil ver ovnis que el resto de las cosas que enumeré, junto a un equipo de Publimetro subimos hasta el kilómetro 71 de la Ruta al Volcán del Cajón del Maipo, en el sector Lo Valdés, pasado San Gabriel, luego que una organización de «cazadores de ovnis» hiciera un llamado a una «jornada de observación masiva».
Patricio es periodista y las hizo de un valiente camarógrafo de Publimetro. Junto con él preparamos los equipos, todo para subir el pasado 13 de octubre hasta una zona donde, nos anticiparon, iba a estar más oscuro que el pasado de un rehabilitado. Quienes nos invitaron fueron los de la agrupación Geu Chile y Marcc UFO, quienes se dedican a mirar el cielo e intentar grabar objetos que se mueven sin explicación.
El primer suceso extraño
La cita era a las 21:30 pero como buenos chilenos que somos, llegamos con una hora de retraso. Ya arriba había como 40 personas, todas de este planeta o al menos eso creo. Había uno que otro que me generaban dudas igual, para qué vamos a estar con cosas. Aún así, al final concluí que todos éramos humanos.
Tras los saludos correspondientes nos dieron varias indicaciones: no encender luces, no alcohol y no drogas. Es lógico: con alguna sustancia de esas que dicen que dan risa, cualquiera anda viendo marcianos. En ese sentido, los organizadores son serios.
Empezamos a mirar el cielo que estaba súper estrellado pero no era algo que uno diga ¡qué bruto, qué estrellado estaba! Claro, yo lo comparo con el Valle del Elqui o con Nueva Imperial, mi pueblo natal y, como estos últimos son lugares que no tienen ni semáforos, es lógico que se vean más astros. De todas formas, el cielo se veía mucho más bonito que en Santiasco.
De pronto, quisimos hacer una entrevista. Estábamos grabando a uno de los organizadores cuando la cámara de Patricio ¡se descargó de la nada! Con calma, Marco Antonio Gómez, el entrevistado nos dice «a mi también me ha pasado: se me descargan las cosas». Su amigo, Antonio Chávez, también confirmó este fenómeno extraño. Pero como somos de Publimetro -es decir, vivitos- teníamos un plan B y seguimos grabando.
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El que vino después
Este primer suceso parecía una anécdota no más. Pero ya pasadas las 23:30, vimos cómo una estrella que aparecía y desaparecía. «Cacha, Pato», le grito a mi compañero, pero fue imposible captar nada. La gente alrededor empezó a apuntar al objeto con láseres verdes, de esos para apuntar estrellas, y empezaron los «oh», «woa», «aahh», espontáneos de los que estaban allí.
Yo pensaba que lo que veíamos era estrella a la que dieron el test de paternidad: intentó desaparecer apenas la identificaron. Sin embargo, una voz que no pude identificar afirmó que «es un UFO Flash».
No faltó el perdido que decía «no veo nada» y otros «¿y eso era todo? ¿Esos son los marcianos?», así con tono desanimado. A decir verdad, igual no me dio miedo de ser abducido: el supuesto ovni estaba muy lejos y yo además estoy muy gordo. Entendí también el tono de decepción de algunos, pero no lo compartí. ¿Cuántas veces le dedica uno a mirar el cielo?
El tercero
Tras un rato, todo volvió a la calma y la gente volvió a lo suyo: algunos tomaban café, otros comían sándwiches y otros intentaban sacar fotos de alta exposición: de esas en que se ven las estrellas y que parecen más retocadas que panelista de matinal.
Así, avanzó el reloj y bajó la temperatura. Afortunadamente llevamos ropa abrigadora, lo que nos permitió seguir mirando el cielo. Ya pasada la medianoche, el griterío empezó otra vez.
– «Cacha, one», dijo alguien. Yo pensé para mis adentros «oh, alguien habla inglés, dijo el número 1 en ese idioma». Después caché que no. La cosa es que apuntaba a dos estrellas que se movían de forma paralela, en dirección recta.
En un momento, como que vi que se separaban, pero no estoy seguro todavía. La cosa es que otros empezaron a apuntar con láseres y se grabó también este fenómeno. Hasta ahora, todavía no se sabe a ciencia qué eran esos puntos, que tras un rato, desaparecieron.
Reflexión
Como en Publimetro somos trabajadores, tipo 02:00 ya teníamos sueño. No quería dormir en el auto porque… pa qué, y le dije a Pato si podíamos bajar. Tras las despedidas con la organización, volvimos a Santiago.
Al día siguiente pensaba en esto. Me di cuenta que ver los objetos es un fenómeno que siempre será lejano: nadie va a ser abducido -una pena pues de ser yo, mandaría a varios jefes, a ver si es que tengo suerte que desaparezcan- pues las cosas pasan muy arriba en el cielo y todo se ve muy, muy, muy allá. Aún así, para mí es un buen panorama ir a mirar el cielo, aunque no aparezca nada. ¿Cuántas veces se han dado el tiempo ustedes de contemplar la «galáctea» -como dijo Piñera-, por el sólo hecho de ver los astros?
Tiendo a pensar que mucha gente sueña con irse al cielo, o habla de trascender allá, afirman que una vez que se acabe la vida ese es nuestro destino. Aún así, muy pocas veces nos damos tiempo a hacer algo tan sencillo como estar en contacto con lo que hay arriba de nosotros. Mi consejo es simple: mirar estrellas por último sirve para poner la frente en alto, literalmente, porque hay que elevar la cabeza para realizar esta noble actividad. Yo que ustedes, al menos una vez en la vida lo haría.
* Las opiniones vertidas en este artículo no representan necesariamente la opinión de Publimetro.