La Oficina del Comisionado de Información de Gran Bretaña (ICO, por sus siglas en inglés) impuso a Facebook una multa de 500.000 libras (644.000 dólares), el máximo posible, por su comportamiento en el escándalo de Cambridge Analytica.
PUBLICIDAD
Esta investigación originada por el ICO nació luego de explotar el escándalo por el mal uso de los datos privados de los usuarios de la red social, que, entre 2007 y 2014, Facebook procesó de forma injusta, dando a los desarrolladores de aplicaciones acceso a esos datos sin un consentimiento informado previo.
El castigo, que no hace ni cosquillas a la multimillonaria compañía de Mark Zuckerberg, se trató del más alto permitido por la ley en el momento en el que se produjo la violación. Si el escándalo hubiese ocurrido ahora, el escenario sería distinto. Esto porque entró en vigor en la Unión Europea la nueva norma de protección de datos, lo que asegura multas de varios millones de dólares a las empresas que caen en las prácticas como las que incurrió Facebook.
Entre los múltiples usos que se le dio a los datos, las empresas de redes sociales quedaron bajo escrutinio en todo el mundo tras las acusaciones de que la consultora política Cambridge Analytica utilizó la data de decenas de millones de cuentas de Facebook para hacer un perfil de los votantes y beneficiar a la campaña del presidente de Estados Unidos, Donald Trump, a la Casa Blanca en 2016.