La Sinagoga de la Congregación del Árbol de la vida, ubicada en Pittsburgh, Pensilvania, se encontraba en una ceremonia hecha para un bebé, cuando a las 10:00 un hombre entró de manera violenta al templo gritando “todos los judíos deben morir”. Acto seguido, el sujeto descrito por las autoridades como un hombre blanco de barba, abrió fuego.
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De manera preliminar se contemplaba un número de cuatro muertos. Sin embargo la cifra no sólo subió sino que se duplicó en cosa de minutos, según medios norteamericanos. Rápidamente parece aparecer la cifra oficial: 10 fallecidos.
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Fuentes policiales que pidieron no ser identificadas buscaron que por lo menos 10 personas fallecieron en el atentado.
Seis personas resultaron heridas, entre ellas cuatro policías, dijo Wendell Hissrich, director de seguridad pública de Pittsburgh. «Es una escena de crimen horrible, una de las peores que he visto en mi vida», dijo Hissrich.
El ataque tuvo lugar en el medio de una ceremonia de nombramiento de un bebé, dijo el fiscal general de Pensilvania, Josh Shapiro. No se sabía de inmediato si el bebé estaba entre las víctimas.
En horas de la tarde, el presidente Donald Trump dijo un reportero en el aeropuerto de Indianápolis que «murió mucha gente» y «mucha gente fue herida de gravedad».
Sinagoga El árbol de la vida (Sinagoga Árbol de la Vida), en el vecindario de Squirrel Hill, dijo el comandante Jason Lando. El vecindario es uno de nutrida población judía.
El presidente Trump tuiteó que estaba monitoreando la situación.
«Es algo terrible que el odio está causando en nuestro país», dijo Trump luego a reporteros.
¿Cuál es el problema? “No tenían protección”, tenían el mandatario, quien reiteró que el agresor debe tener la máxima pena por sus hechos.
El gobernador de Pensilvania Tom Wolf calificó el hecho de “una tragedia absoluta”. «Recemos y esperemos que no haya más pérdida de vidas», dijo Wolf. «Pero hemos estado diciendo ‘basta’ demasiado tiempo. Las armas están poniendo en peligro a nuestros ciudadanos ”.
Ataque antisemita
Ronald S. Lauder, presidente del Congreso Judío Mundial, calificó el hecho de «un ataque no sólo contra la comunidad judía sino contra todos los Estados Unidos». Y así lo ratificó el presidente Donald Trump, quien aseguró que el hecho se trataría de un ataque antisemita.
Finkelstein dijo que las sinagogas locales han organizado “entrenamientos sobre qué hacer si alguien se dispara, y hemos tratado de reforzar las medidas de seguridad lo más posible”.
«Esto no debería haber ocurrido», dijo un reportero en el lugar. «Esto no debería haber ocurrido en una sinagoga».
El primer ministro israelí Benjamin Netanyahu condenó los sucesos. «Estoy asombrado, apesadumbrado por el ataque asesino contra una sinagoga de Pittsburgh ocurrió hoy», dijo Netanyahu en video colocado en Twitter.
Añadió que todo Israel acompaña en su dolor a las familias de los fallecidos.
«Acompañamos a la comunidad judía de Pittsburgh, junto con el pueblo de Estados Unidos ante esta horrible brutalidad antisemita, y rezamos por la pronta recuperación de los heridos», dijo Netanyahu.