Bajo la premisa de «Todos pueden jugar», la Fundación Teletón incorporó hace algunos años a los videojuegos en su programa de rehabilitación virtual. «Los niños reaccionaban de muy buena manera y su interés en la terapia era mayor», cuenta a Publimetro Rodrigo Cubillos, Coordinador Nacional de la Unidad de Tecnología Asistiva de Teletón.
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Este tipo de tecnologías comenzaron a ser utilizadas en Teletón hace más de una década: con la incorporación de consolas Nintendo Wii. Debido a que su control requería de movimientos, fue una herramienta fácil de sumar a las rutinas de ejercicio. En una segunda etapa, también utilizaron dispositivos Kinect de Microsoft.
Los juegos y su impacto positivo en lo social
«Partimos adaptando los controles de Nintendo Wii, luego fuimos adaptando otros controles e incluso teclados, a las necesidades específicas de los niños», agrega Rodrigo. En general, los niños juegan títulos del tipo puzzle y también aventuras.
«El trabajo con videojuegos sirve para trabajar su motricidad gruesa, coordinación, equilibrio y alcance de objetos», añade el representante de Teletón.
«El jugar videojuegos no sólo los ayuda con su terapia kinesiológica, sino que hemos visto un impacto positivo en sus capacidades sociales. Juegan, comparten, compiten. Ha sido un elemento bastante importante», destaca.
Pedales, botones especiales y más
Desde la industria de los videojuegos, Microsoft ha dado un paso más allá en estas materias. No solo facilitaron equipos Kinect a fundaciones, como a Teletón, sino que hace poco lanzaron un control especial para Xbox One que es inclusivo. El dispositivo cuenta con una serie de botones y piezas que se pueden acoplar con el fin de dar una experiencia más cómoda y de acuerdo a las necesidades del usuario. Entre ellas, por ejemplo, se consideran pedales y otros.
Wilson Pais, Director de Innovación y Tecnología de Microsoft Chile, conversó con Publimetro y señaló que «este dispositivo tiene mucho que ver con cómo Microsoft se está definiendo». Según el representante de la gigante tecnológica, hoy su misión-visión es poner al ser humano en el centro.
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«Sabemos que las herramientas tecnológicas le facilitan la vida a las personas, y en los casos en los que hay necesidades diferentes, podemos hacer su día a día más accesible», destaca Pais. En esa línea, Microsoft ha desarrollado soluciones de ofimática e incluso, la posibilidad de controlar un sistema operativo completo sólo con el habla. Sobre el control inclusivo, Wilson Pais señaló que «lo que queríamos era que pudiesen jugar y pasarlo bien, como cualquier otro niño».
El control inclusivo de Microsoft en detalle
El control adaptable de Xbox es el primer control diseñado para jugadores con movilidad limitada. Desde Microsoft señalan que su desarrollo tomó tres años, con la colaboración de personas y organizaciones de todo el mundo como The AbleGamers Charity, Cerebral Palsy Foundation, el Hospital Craig, SpecialEffect y Warfighter Engaged.
«Gracias a la colaboración del equipo, aprendimos más que nunca la manera en la que los controles impactan la experiencia de juego de las personas, así como nuevas maneras de ser más incluyentes con los fans a través de un diseño inclusivo», publican en su página oficial.
A primera vista, el control cuenta con dos botones de gran tamaño. Son livianos y fáciles de presionar y se pueden programar sus funciones. El control cuenta además con puertos USB normales, USB-C y AC, que permite conectar accesorios. De la misma manera, cuenta con puertos de 3,5 mm que también permite acoplar botones, switchs, pedales y más.
Para ubicar el control en una posición cómoda para el jugador, también se le pueden instalar distintos pedestales. También un segundo jugador puede utilizar un control convencional de Xbox One, y jugar de forma colaborativa.
Finalmente, el control puede ser compartido, pues mediante al «botón de perfiles», permite seleccionar entre tres perfiles guardados para tener acceso directo a la configuración que más acomode al usuario que ocupará el control en el momento. Lo más destacable, es que este control es fruto de un trabajo colaborativo de investigación, para dar mayor acceso a las personas.
