Para los animalistas era una personalidad: conocida como Avni, su presencia en la selva de Maharashtra, en India, no pasaba inadvertida.
Oficialmente, en tanto, era identificada como T1: según las autoridades de ese país, la tigresa había sido responsable de la muerte de 13 personas.
Debido a esos antecedentes, la hembra de seis años era buscada intensamente. Hasta que, tras una cacería en la que participaron 150 personas, una bala de un rifle Winchester Magnuma acabó con su vida.
«No hay dudas de que vidas humanas estaban en peligro. Era un día de mercado y la tigresa estaba en la carretera que usan las personas y los niños en bicicleta y teníamos que estar allí. Probó carne humana y nos veía como monos, o cabras u otra presa. Así que cuando cargó contra nosotros tuve que dispararle en defensa propia», sostuvo Asgar Ali Khan, quien mató al animal.
Supuestamente, antes de ser herida de muerte la tigresa recibió el impacto de un dardo tranquilizante que no tuvo efecto. Sin embargo, no había un veterinario para supervisar el proceso.
De ahí el repudio que encontrarían los cazadores. «Estoy profundamente triste por la forma en que la tigresa Avni ha sido brutalmente asesinada. Definitivamente voy a ocuparme de esto. Es un caso de absoluta falta de empatía con los animales. Legal, criminal y políticamente», manifestó Maneka Gandhi, ministra de la India para el Desarrollo de la Mujer y el Niño.
Mientras, la ONG animalista PETA reclamó una investigación. “Fue matada ilegalmente para satisfacer el deseo de sangre de un cazador, en posible desacato del tribunal y en aparente violación de la Ley de Protección de la Fauna y de las normas de la Autoridad Nacional de Conservación de Tigres”, sostuvo la coordinadora de emergencias de PETA India, Meet Ashar.
¡Vergüenza nacional! Avni perdió la batalla contra la más horribles de las especies vivas de este planeta. Avergonzada de ser humana. Fallamos», añadió la modelo y actriz Koena Mitra.
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