Por no pagar las cuentas, un sujeto debió ser desalojado de la casa que arrendaba en Kansas City, Estados Unidos. La situación lo encontró tan desprevenido, que uno de sus secretos quedó al descubierto.
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Cuando el representante del arrendador limpiaba el domicilio se encontró con un enorme huésped: en la tina de baño había un enorme caimán, además de dos boas y un conejo.
Debido a las dimensiones del animal, a la vivienda acudieron empleados de control de animales. Tildado por su dueño de «tierno como un cachorro», se reportó que el reptil pesa 70 kilos y mide 1,80 metros de longitud.
Durante su rescate no hubo heridos, pues el animal se mostró inofensivo. Su dueño, Sean Casey, también reveló que lo tiene como mascota hace cuatro años y que se llama Catfish. «Se ha comportado como un gran lagarto cariñoso», dijo el hombre, quien deberá despedirse de su compañero.
De acuerdo a un portavoz del Departamento de Servicios Residenciales de Kansas City, Catfish será puesto temporalmente en el santuario Monkey Island Rescue and Sanctuary en Greenwood. Las serpientes y el conejo, en tanto, se encuntran bajo revisión médica.