Si es de los que le gusta servirse su buen plato de lomo a lo pobre o no perdona que no esté en la cazuela, habrá notado que el precio de la papa se fue a las nubes. Así quedó reflejado en el IPC de octubre, dado a conocer por el INE.
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Y es que el valor del tubérculo se incrementó 26,7% en el décimo mes de este 2018 y fue en parte responsable que el costo de la vida, medido por la inflación, subiera 0,4%. Sin embargo, desde el Gobierno quisieron poner paños fríos.
Según el ministro de Agricultura, Antonio Walker, el que el valor de este producto se haya disparado fue «algo puntual», añadiendo que se explica porque «estamos en un cambio de traspasar la papa de guarda a la papa nueva y es un tema absolutamente puntual, estacional, que no va a ocurrir en los próximos meses».
Al ser algo específico del ciclo de la papa, el secretario de Estado expresó que «esperamos que el próximo mes se regularice y no influya de esta forma en el IPC general» e hizo un llamado a preferir las ferias libres para obtener precios más convenientes en frutas, verduras y hortalizas en general.
