Una reunión semi casual de unos 30 minutos, con el escenario de un cálido día de verano en París a inicios de septiembre, fue suficiente para que todo el escenario político explotara en Chile.
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Podría tratarse de un día cualquiera de vacaciones po Europa, salvo por un detalle: la cita fue entre el diputado del Movimiento Autonomista Gabriel Boric, y el ex frentista Ricardo Palma Salamanca, condenado como el autor material del asesinato del ex senador Jaime Guzmán.
El encuentro no pudo conocerse en peor momento, ya que hace pocos días se supo que en Francia, el ex frentista recibió su tan anhelado asilo político, y nada menos que en medio del proceso de extradición a Chile. Por lo mismo, y cuando los sectores de Chile Vamos estaban más sensibles con el hecho, enterarse del encuentro hizo explotar en repudio al sector oficialista.
Twitter convirtió en el peor saco de box a Boric. Primero fue José Antonio Kast, quien fue el primero en avivar la petición de inhabilitación parlamentaria a una de las caras más visibles del Frente Amplio. Y, era que no, luego lo siguió todo el sector.
“Se reunió con el terrorista que asesinó a Jaime Guzmán, condenado a dos cadenas perpetuas y prófugo de la justicia. Su acto es un agravio para las leyes y el honor de Chile. Merece ser destituido”, tuiteó Kast.
Javier Macaya, jefe de la bancada de diputados UDI, lanzó su artillería en la mima línea. “Está éticamente inhabilitado para ser legislador, políticamente incapaz de representar a los ciudadanos y humanamente un miserable por haberlo hecho a escondidas”.
La respuesta de Boric llegó recién tras la provocación del diputado UDI Juan Antonio Coloma, quien lo tachó de “doble estándar” y que, según él, demostraba “su desprecio por la real defensa de los derechos humanos”.
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Ante eso, una de las cabezas del FA se defendió diciendo que “Tu partido entero (la UDI) fue en caravana a visitar al dictador Pinochet y a rendirle honores mientras estaba detenido en Londres”.
El hecho clave
La pregunta es, ¿tiene sustento la tesis de inhabilitación de Chile Vamos? Boric explicó a La Tercera que su intención con Palma Salamanca era “conocer su historia”. Detalló, además, que la cita se dio tras la visita autorizada de 18 parlamentarios a Palestina, y que fue facilitada por la representante de la familia Palma-Brzovic, María Paz Santibáñez, en donde hablaron por 30 minutos sobre su petición de asilo.
El contexto, precisamente, podría traerle consecuencias a Boric. Nicolás Freire, cientista político y académico de la U. Central, lo explica: “En una visita autorizada, no sólo aprueban la visita, sino que también la agenda. Y si bien no tiene por qué ser tan detallada ni decir con quien tomas un café, eso puede sugerir otra interpretación”, explica.
“En ningún caso creo que prospere la inhabilitación, aunque la pedirán seguro, y tampoco por ser una visita oficial implica directamente una sanción, pero ese contexto sí hará que la disputa pase de las declaraciones al cuerpo reglamentario de la Cámara. Se va a comenzar a mover el Comité de Ética”, afirma Freire.
A su vez, el experto cree que el hecho será para el Frente Amplio un símil a la visita de Jacqueline Van Rysselberghe a Jair Bolsonaro. «A los del FA les preguntarán ¿usted apoya o condena lo de Boric? Situará a varios en una posición incómoda», agrega el cientista político.
Para sumarle más antecedentes a una polémica que llegó de manera inoportuna, ayer, casi como un tiro de gracia, Carabineros multó a Boric. El diputado se encontraba en una moticicleta en pleno barrio Bellavista, con la documentación vencida y sin lentes ópticos, cuando le hicieron un control. Por eso, quedó citado al Segundo Juzgado de Policía Local de Recoleta.