En una acción sorprendente, la primera dama Melania Trump pidió públicamente la destitución de una alta funcionaria del Consejo de Seguridad Nacional de la Casa Blanca.
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Luego de que se dieron a conocer algunos reportes el martes sobre que el presidente Donald Trump había decidido remover a Mira Ricardel del consejo, el portavoz de Melania Trump emitió un comunicado en el que dijo: “Es la postura de la oficina de la primera dama que ella ya no merece el honor de trabajar en esta Casa Blanca”.
Ricardel es la asesora adjunta de seguridad nacional de John Bolton. Llevaba siete meses como consejera adjunta y en esos pocos meses en el cargo, según señala CNN, Ricardel se creó una larga lista de enemigos y desarrolló una reputación de gritar a subordinados, urdir complots contra funcionarios de la Casa Blanca que no le agradaban y filtrar historias sobre sus opositores en la prensa. Una fuente familiarizada con la situación dijo que el despido Ricardel se debe en parte al «bullying» de asesores tanto por encima como por debajo de ella.
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El diario The Wall Street Journal reportó que el personal de Melania Trump y Ricardel tuvieron una discusión durante la visita de la primera dama a África en octubre sobre cuestiones como el asiento en el avión y solicitudes para utilizar los recursos del consejo.
Ricardel asistió a una ceremonia el martes con el presidente Trump para celebrar el Diwali, un festival hindú.
En un reporte de la BBC, sostienen que las esposas de los presidentes tienen una larga tradición de involucrarse en los temas de personal de la Casa Blanca. Nancy Reagan, por ejemplo, tenía pleitos con el jefe de gabinete Donald Regan.
También Hillary Clinton se peleó con cierta frecuencia con ayudantes de la Casa Blanca. Pero son situaciones que no suelen hacerse públicas.