Dos ministros del gobierno de Gran Bretaña, entre ellos el secretario del Brexit Dominic Raab, presentaron su renuncia el jueves por su oposición al acuerdo de divorcio forjado entre la primera ministra, Theresa May, y la Unión Europea, un importante revés a su autoridad y su capacidad para que el Parlamento apruebe el pacto.
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Las dimisiones, que se produjeron menos de un día después de que el ejecutivo respaldó colectivamente el borrador del acuerdo, debilitan la posición de May y podría dar alas a sus rivales en el Partido Conservador. La formación discute abiertamente un desafío a su liderazgo.
«No puedo respaldar en buena conciencia los términos propuestos para nuestro acuerdo con la UE”, señaló Raab en una carta a la primera ministra. «No puedo conciliar los términos de la propuesta de acuerdo con las promesas que realizamos”.
Raab es el segundo secretario del Brexit que abandona a May tras la marcha de David Davis, quien como Raab respaldó el Brexit en el referéndum de permanencia en la UE celebrado en junio de 2016, en julio de este año.
La secretaria de Empleo y Pensiones, Esther McVey, siguió los pasos de Raab. En una carta, dijo que «no es Bueno intentar fingir (ante los votantes) que este acuerdo honra el resultado del referéndum cuando es obvio para todos que no lo hace”.
Las renuncias, a las que se sumaron varios subsecretarios, son un nuevo indicio de que muchos partidarios del Brexit no respaldarán a May en el parlamento.
Políticos proBrexit manifestaron que el acuerdo, que incluye una relación comercial estrecha entre el país y Bruselas, convertiría a Londres en un vasallo de Bruselas, vinculado a unas normas comunitarias sobre las que no tendrá poder de decisión.
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May explicó más tarde en la cámara los términos del acuerdo, la culminación a año y medio de negociaciones entre las dos partes.
Antes de que el parlamento británico vote la propuesta, los líderes comunitarios deben darle el visto bueno. El presidente del Consejo Europeo, Donald Tusk, convocó antes el jueves una cumbre comunitaria el próximo 25 de noviembre donde se refrendaría el acuerdo forjado antes esta semana.
Los partidarios de May alegaron el jueves que las alternativas _ abandonar el bloque sin un acuerdo o una segunda consulta sobre el Brexit _ no eran realistas.
«Que no haya acuerdo no es bonito (…) Un segundo referéndum seria divisivo pero no decisivo”, señaló el secretario de Salud, Matt Hancock, en declaraciones a BBC Radio 4.
Los partidos de la oposición, especialmente el Partido Laborista, señalaron que votarán en contra del pacto cuando tengan ocasión, probablemente en diciembre. Esto es determinante ya que el gobierno conservador de May no tiene escaños suficientes para sacarlo adelante por sí mismo y depende del respaldo del Partido Unionista Democrático de Irlanda del Norte, que también se mostró en contra.
Mientras, en Bruselas Tusk elogió al jefe negociador de la UE, Michel Barnier, por haber «conseguido los dos objetivos principales”: limitar el daño causado por la inminente salida de Gran Bretaña y mantener los intereses de las 27 naciones que seguirán conformando la UE el Brexit.
«Por mucho que me entristezca su marcha, haré todo lo posible para hacer esta despedida lo menos dolorosa posible para ustedes y para nosotros”, señaló Tusk.
El acuerdo debe ser aprobado, además de por el británico, por el Parlamento Europeo, por lo que Barnier viajará el jueves a Estrasburgo, en Francia, para buscar el respaldo de los eurodiputados. El principal delegado parlamentario para el Brexit, Guy Verhofstadt, dio la bienvenida al borrador el miércoles en la noche.
En las próximas semanas, el parlamento británico se convertirá en el epicentro del proceso del Brexit. El pacto debe ser aprobado por la mayoría de los legisladores para que Gran Bretaña pueda salir de la Unión Europea el 29 de marzo de 2019.