La Armada de Argentina reportó el sábado el hallazgo del submarino ARA San Juan, desaparecido hace un año con 44 tripulantes a bordo.
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El sumergible fue encontrado a 800 metros de profundidad al este de Península Valdés, en la Patagonia argentina, por el buque de la compañía estadounidense Ocean Infinity, que había sido contratada para la búsqueda.
«El Ministerio de Defensa y la Armada Argentina informan que en el día de la fecha (…) mediante la observación realizada con un ROV (vehículo de observación remota) a 800 metros de profundidad, se ha dado identificación positiva al submarino ARA San Juan», señaló un breve comunicado emitido de madrugada.
El ARA San Juan desapareció el 15 de noviembre de 2017 mientras se encontraba frente al Golfo San Jorge, en el Atlántico sur.
“Tenía la esperanza de que estén vivos, pero también sabía que podía pasar esto”, dijo Luis Niz, padre de uno de los tripulantes, al canal de cable Todo Noticias (TN).
El jueves, en el aniversario de su desaparición, el presidente Mauricio Macri afirmó que las familias de los tripulantes no debían sentirse solas y manifestó su “compromiso absoluto e innegociable” de encontrar “la verdad”.
“Estamos muy contentos por la noticia que hemos recibido, era lo que esperábamos. Lo importante es que lo hallaron (…) ahora sabemos en qué posición está y podemos elaborar el duelo”, dijo a TN Jorge Villarreal, padre de otro de los tripulantes.
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En el buque Seabed Constructor de la empresa estadounidense viajaban desde el 7 de septiembre cuatro familiares de los tripulantes para supervisar las tareas de rastreo, que incluyeron tecnología de punta como sumergibles que pueden operar a 6.000 metros de profundidad.
El submarino diésel eléctrico clase TR-1700 de fabricación alemana desapareció cuando navegaba desde Ushuaia, en el extremo sur de Argentina, hacia su base en Mar del Plata, a 400 kilómetros al sur de Buenos Aires, tras participar de un ejercicio de adiestramiento.
El día de la desaparición, el comandante informó que había sufrido una avería a raíz de la entrada de agua a las baterías a través del snorkel _ el dispositivo por el cual el sumergible toma aire de la superficie para operar sus motores _ pero que el incidente había sido resuelto. Horas después se registró una explosión cerca de donde se había perdido contacto con la nave.
En el último año, el operativo para localizar al sumergible llegó a sumar a 18 países, entre ellos Estados Unidos, Rusia y Gran Bretaña. Decenas de objetos detectados en el fondo marino fueron descartados.
Ante la presión de los familiares, el gobierno contrató finalmente a Ocean Infinity. La empresa había buscado sin éxito el avión de Malaysia Airlines que desapareció en 2014 sobre el Océano Índico.
Los familiares denunciaron que el gobierno ha ocultado información sobre el estado de la nave.
Lucía Zunda, hermana del tripulante Adrián Zunda, afirmó que no hay evidencias de que los submarinistas cometieran “algún error de operación” y cargó contra las supuestas falencias del sumergible a la hora de partir, como la falta de suficientes balsas salvavidas, radiobalizas y pirotecnia para inmersión.
El comandante de la nave había reportado meses antes del ejercicio de adiestramiento algunos de estos problemas a sus superiores.