Tianqi, Joyvio, Huawei, Mobike y Spic. Algunas de estas compañías podrán sonar más conocidas que otras, pero lo cierto es que todas ellas son fiel reflejo del arribo de las firmas chinas en suelo nacional.
PUBLICIDAD
Los casos que más revuelo causaron en los últimos meses fueron la compra del 24% de SQM por parte de la minera china Tianqi, en US$4.100 millones, y la adquisición por US$880 de la salmonera chilena Australis, en manos del grupo Legend Holdings Corporation. Sin embargo, no son más que un síntoma de la fiebre que se viene en la economía del país: el desembarco en masa de la inversión china.
Pero, ¿por qué el gigante asiático posó sus ojos en Chile? Según expertos, mucho de eso se basa en la posición estratégica de Chile y su estabilidad en los negocios.
El año clave
Para Cristián Rodríguez Chiffelle, director de InvestChile, la agencia de promoción inversiones extranjeras del gobierno, «en estos momentos estamos en el punto de inflexión». Según él, 2018 podría ser el antes y el después, debido a la gran cantidad de operaciones grandes a lo largo del año.
«Hace algunos meses, Southern Power Grid adquirió por US$1.300 millones el 27,8% de la distribuidora de energía Transelec, y Yanghe, – otroa filial de ese país-, compró en US$65 millones el 12,5% de la viña San Pedro Tarapacá, por dar dos ejemplos. Y así, recientemente la empresa Pacific Hydro, del grupo chino Spic, inauguró una planta eólica en el norte del país por US$150 millones», cuenta Rodríguez.
Todo eso conlleva a que, si en 2017 las firmas chinas invirtieron poco más de US$3 mil millones en Chile, en 2018, y sólo contabilizando transacciones grandes, ya van casi US$6.500 millones. Y a esa cifra, destaca la autoridad, se debe sumar la «instalación del China Construction Bank y el Bank of China, los proyectos anunciados por Huawei, el aterrizaje de Mobike y la expansión de la cadena de hoteles Mandarín Oriental, entre otros».
A la fecha, InvestChile tiene conversaciones abiertas con 74 empresas originarias del gigante asiático, y los rubros predilectos son energía, infraestructura y servicios globales. Además, cuentan con una cartera de 16 proyectos de inversión potenciales de empresas, equivalentes a US$1.503 millones más.
PUBLICIDAD
Plan visagra
Este boom por Chile, lejos de tocar techo, estaría recién comenzando. Marcelo Pérez, director del magister en Dirección de Operaciones y Logística de la U. Mayor, dice que el país resulta «la puerta de entrada a Latinoamérica». «Sin dudas China está en una etapa expansiva. En Asia ya lo consiguieron, pero en Europa y Estados Unidos les resultaría complejo, y África en términos económicos sigue en pañales».
En ese contexto, dicen los expertos, expandirse a Latinoamérica cae de cajón. Pérez, de hecho, es gerente de FlexiExpress, una empresa de transporte que hizo sociedad con una gran empresa china. «Ellos me contaron muy claramente la estrategia acá: partir con nosotros a modo de test, eligiendo Chile por la seguridad y solvencia, para después irlo ampliando a Brasil, Argentina y México, que son los mercados más atractivos por el tamaño».
Por su parte, Juan Esteban Musalem, presidente de la Cámara Chileno China de Comercio, Industria y Turismo (Chicit), explica que «las inversiones chinas en Chile han ido bastante rezagadas en relación con el intercambio comercial entre ambos países, el cual supera actualmente los 34 mil millones de dólares».
Eso sí, Musalem destaca el nuevo auge, y lo ejemplifica en la irrupción china en la energía, telecomunicaciones, electromovilidad y, sobretodo, en infraestructura. «La china Harbour ya ganó licitaciones para ampliar los puertos de San Antonio y de San Vicente; mientras que China Railway Group mantiene una sucursal con el interés de abordar la cartera de licitaciones que maneja el Ministerio de Obras Públicas, hacia el 2025», destaca.