Si ya parecía una tarea titánica abordar el rescate del Moái Hoa Hakananai’a del Museo Británico -a 150 años de ser sustraído por piratas ingleses para ofrendarlo a la reina de Inglaterra-, ahora las autoridades de Bienes Nacionales agregaron un nuevo desafío a su «batalla» patrimonial de Chile: el propósito de recuperar los restos del Milodón magallánico que se encuentran en otro museo londinense.
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El ministro Felipe Ward y el embajador de Chile en el Reino Unido, David Gallagher, pudieron visitar en el Museo de Historia Natural de Londres el salón donde se conservan los restos del mamífero magallánico, principalmente piel y osamentas. Y luego se trasladaron al área donde están en exhibición algunas partes del Milodón.
Primeramente habían cumplido la tarea de gestionar ante los representantes del Museo Británico la devolución del emblemático Moái Hoa Hakananai’a, en una reunión en la que estuvieron acompañados por líderes de Rapa Nui que se emocionaron tras el reencuentro con un ícono ancestral de su cultura: “Estábamos contentos de por fin haberlo conocido, porque desde chicos nos habían contado su historia y lo importante que era para nuestro pueblo… Pero, por otro lado, también nos sentimos tristes, porque se nota que está en un lugar ajeno, sin su familia, que somos nosotros. Estaba solo, junto con vestigios arqueológicos de otros lugares”, contó Camilo Rapu, presidente de la comunidad indígena.
Ahora, repatriar al Milodón concentra las estrategia y los esfuerzos de la delegación chilena. “Ees un paso que se ha dado para poder acercar el Museo de Historia Natural, donde están los restos del Milodón, a las autoridades y el mundo científico de la región de Magallanes”, aseguró el titular de Bienes Nacionales.
El Milodón pertenece a la familia de los perezosos y podía haber llegado a medir más de 3 metros de altura. Los restos fósiles que se encuentran en el Museo Histórico Natural en Inglaterra fueron descubiertos en 1896, por una expedición de chilenos y extranjeros que encontraron piel y osamentas en excelente estado de conservación, las que son parte de la herencia cultural de Última Esperanza y datan de la época del Pleistoceno, es decir, de hace aproximadamente 13 mil años. Entre 1899 y 1904, muchos restos arqueológicos fueron sacados de la cueva -que hoy es centro turístico de Puerto Natales- para investigarlos fuera del país. Hasta hoy, casi 120 años después, aún no son devueltos de su destierro histórico…