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U. de Chile en guerra contra la cotorra argentina: es invasora y llaman a reportarla por peligrosa

Pese a que aparenta ser lindo lorito, este pajarraco podría transmitir bacterias, fomentar la llegada de otras aves invasoras y sus nidos de hasta 200 kilos, ubicados a 15 metros de altura en promedio, siempre corren riesgo de caerse.

No es un lindo lorito. La cotorra argentina -el típico loro que vuela por Santiago- es una especie invasora y, como tal, forma parte de la segunda causa de la pérdida de biodiversidad, según especialistas de la U. de Chile. Pero no es todo. También podría transmitir enfermedades a los humanos y por eso, desde la Facultad de Ciencias Veterinaria y Pecuarias de ese plantel llaman a los santiaguinos a reportar dónde se ubican.

Al menos eso es lo que indica Cristobal Briceño Urzúa, profesor y líder del proyecto «Cotorra Invasora», uno respaldado por Fondecyt. Según él, el estudio se dio porque no había mucha información al respecto.

«Sabemos que son abundantes, que está ampliamente distribuida, que en los años 80 se detectaron los primeros nidos en el sector oriente de la capital y actualmente la encontramos en 48 de las 52 comunas de Región Metropolitana», sostuvo.

Su nido: un peligro inminente

Hay tres enfoques en el plan: conocer su interacción con otras especies, ver cómo se comportan en sectores agrícolas y el eventual riesgo sanitario para el humano.

 

Sobre esta arista, Briceño indica que «hemos encontrado algunos parásitos que portan las cotorras, algunas bacterias como salmonella y escherichia coli». ¿Lo peor? Es que estos podrían ser portados a las mascotas y, a su vez, a los humanos.

Además, al ser el único loro que construye sus nidos terminan haciendo verdaderas moles sobre los árboles, lo que es un riesgo inmimente. «En esta época hay nidos que son compartidos y son grandes. Muchos de ellos se pueden caer, porque pueden llegar a pesar 200 kilos». Como se ubican a 15 metros de altura en promedio, una caída de allí arriba podría ser fatal.

Llaman a reportarla

No es todo. El profesor Briceño también advierte que su equipo ha descubierto algo curioso que ocurre con los nidos. «Hemos visto que otra especie introducida, como la paloma, utiliza nidos de cotorra, por lo tanto favorece a otras aves. Hemos encontrado a gorriones que también están presentes ahí».

Por estas razones, indica a escribir a http://www.cotorrainvasora.uchile.cl/, para reportar la presencia de esta especie, todo para estudiarla. «En este minuto no estamos haciendo controles, bajando nidos ni cortando árboles: este es un primer paso para hacer un muestreo de donde están las cotorras», sentencia Briceño.

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