La nave InSight de la Administración Nacional de la Aeronáutica y del Espacio (Nasa) ingresará a la atmósfera marciana a una velocidad supersónica, y luego frenará para posarse suavemente y a salvo en las planicies del planeta rojo. El éxito de ello dependerá de su desempeño en los últimos seis minutos de un viaje de seis meses.
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Tras tener todo perfectamente planeado para cada paso del recorrido, los controladores de vuelo no podrán hacer ningún cambio con respecto a lo que ocurra el lunes en la etapa final, a casi 160 millones de kilómetros de distancia. Entre Marte y la Tierra hay una demora de ocho minutos para la recepción de cada mensaje transmitido.
“Para cuando escuchemos algo, todo habrá terminado”, dijo Tom Hoffman del Laboratorio de Propulsión a Chorro de la Nasa, a cargo del proyecto. “U ocurrió o no ha ocurrido”.
Cualquier pequeño ajuste de último momento debe ser concluido una hora y media antes de que la nave toque la superficie, dijo Rob Grover, ingeniero que encabeza al equipo a cargo del descenso.
“Todos nuestros esfuerzos para asegurar que tengamos éxito se llevan a cabo en los años previos”, explicó.
Seis minutos antes de la llegada, la InSight ingresará a 19.800 kilómetros por hora , penetrando la parte superior de la atmósfera marciana a unos 114 kilómetros encima de la superficie.
La fricción atmosférica obliga a la nave a reducir su velocidad, pero también genera calor. El escudo térmico de la InSight tiene la capacidad de resistir 1.500 grados centígrados . Una vez que se encuentre a 11 kilómetros del suelo, su paracaídas se abrirá mientras la nave se desplaza a 1.400 km/h.
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Cuando sólo falten tres minutos, la InSight desechará su escudo térmico y desplegará sus tres pies de aterrizaje. Con su velocidad ahora en 215 km/h, se quitará de encima su paracaídas y su caparazón trasero a un kilómetro de la superficie.
Casi de inmediato, sus 12 motores de descenso se encenderán para reducir aún más su velocidad y mantenerla lejos del caparazón trasero, que aún estará cayendo debajo del paracaídas. Sólo le restarán 45 segundos. La nave girará sobre sí misma de forma que sus paneles solares queden extendidos en dirección al este y el oeste al posarse sobre la superficie marciana, y su brazo robótico en dirección al sur. Ahora estará desplazándose a 27 km/h y a una altura de 50 metros.
Quince segundos antes, la InSight espera tocar Marte a 8 km/h en una planicie cercana al ecuador llamada Elysium Planitia. Allí efectuará diversas labores científicas durante todo un año marciano, equivalente a dos de la Tierra. Durante la noche las temperaturas pudieran llegar a – 96 grados C , pues es la época invernal.