Según datos de la Atención Primaria de la Red de Salud Occidente una de cada tres consultas de morbilidad es tratada con antibiótico y un tercio de los pacientes pediátricos tratados con antibióticos debe volver a recibir un tratamiento durante ese mismo mes.
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Esto sin duda aumenta el acceso de las personas a estos medicamentos, cuyas presentaciones en caja por lo general exceden la dosis que se necesitaba para el tratamiento puntual.
Por esta razón, desde los distintos servicios de salud, a lo largo de todo el país, el llamado es hacer conscientes del uso de antibióticos y sobre todo, evitar la auto medicación sea cual sea el medicamento. Raúl, lamentablemente cayó en esta práctica y hoy se encuentra en un estado crítico. ¿Qué consumía? Antiinflamatorios.
20 años auto medicándose
Cuando tenía 20 años, a Raúl se le diagnosticó reumatismo. Para su tratamiento se le recomendaron este tipo de medicamentos. ¿El problema? Los consumió durante 20 años.
«No era consciente del daño que me estaban haciendo, y cuando los dejaba de tomar, me sentía débil», relata Raúl a Publimetro. Hoy, el hombre de ya 41 años es paciente de la Unidad de Hemodiálisis Hospital El Carmen de Maipú.
Se debe realizar diálisis tres veces por semana y se encuentra a la espera de un transplante de riñón. «En julio de este año tuve un dolor muy fuerte y fui al urólogo. Los exámenes salieron bien, menos los de mis riñones, así que me derivaron a un nefrólogo y ahí me internaron», explicó. El diagnóstico señala que el déficit renal de Raúl sería a causa de esta auto medicación que mantuvo por poco más de 20 años.
Las dosis dependen de cada organismo
«Algunos sistemas de los pacientes no están en las condiciones para mantener dosis altas y/o prolongadas. Estamos siguiendo de cerca el caso del señor Parraguez. Hemos dado las indicaciones de que sea atendido en el hospital de más alta complejidad para casos renales, como lo es el Hospital El Carmen», señaló Osvaldo Carrasco, subdirector de gestión asistencial del Servicio de Salud Metropolitano Central.
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«Habitualmente, como los medicamentos antiinflamatorios se toman por cortos periodos de tiempo, no debiesen ocasionar problemas», señala María Alejandra Santibañez Orellana, Jefa del Servicio de Nefrología del hospital.
«Como el riñón no duele de inmediato, es difícil que el paciente se de cuenta de que lo está haciendo mal» al mantener esta medicación, según explica Santibañez. Por eso, Raúl no se percató hasta la realización de los exámenes.
Se puede evitar esto a través de los chequeos
«Si mantiene esa dosis por más tiempo del necesario, el analgésico mantiene alejado el dolor, pero va provocando pequeños daños y fibrosis a nivel renal», explica la especialista. «Cuando pasan 6 meses o un año y se van a realizar exámenes de chequeo, es posible que esta situación se detecte», añade.
Mea culpa
Sin embargo, Raúl ni siquiera realizaba esos chequeos. «Yo no iba al doctor. En todos estos años no fui. No me hice exámenes y no me hice chequeos hasta que comencé con este fuerte dolor. Jamás imagine que las consecuencias serían estas. Yo no fumaba, jamás consumí drogas, ni bebía alcohol. No pensé que podría terminar dependiendo de diálisis», señala. Cabe destacar que actualmente Raúl debe realizar diálisis tres veces por semana.
El llamado de este paciente es a «no cometer el mismo error». «Hoy sé que un medicamento no puede ser ingerido por más de dos semanas y que si se requiere por más tiempo, debe ser bajo supervisión médica», añadió el paciente que hoy está a la espera de un donante.