El secretario de Defensa Jim Mattis declaró el miércoles que la Casa Blanca le dio autoridad para usar soldados para proteger a los agentes de la Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza, con uso de fuerza letal en caso de ser necesario, en el suroeste de la frontera de Estados Unidos con México.
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Eso, bajo ciertas circunstancias, podría significar el uso de soldados para detener temporalmente a migrantes en casos de disturbios o violencia contra agentes de la Patrulla Fronteriza. “Hablamos de minutos, ni siquiera horas” de posibles detenciones, señaló Mattis, insinuando que no planeaba el uso de elementos militares para operar los campos de detención migratoria.
“Los mantendremos informados sobre cualquier nueva misión o el nuevo número de tropas conforme se tomen decisiones”, destacó.
Hasta ahora, la misión para los casi 5.800 elementos en activo en la zona fronteriza ha sido principalmente la de colocar alambre de púas y otro tipo de barreras a lo largo de la frontera y trasladar al personal de la Patrulla Fronteriza. Mattis ha destacado la necesidad de mantener al Ejército lejos de cualquier papel de seguridad civil como la realización de arrestos, que están prohibidos bajo la Ley Posse Comitatus. Dicha ley prohíbe al gobierno federal el uso de fuerzas armadas para desempeñar papeles de policía local, salvo en casos y circunstancias específicamente autorizadas por la Constitución o el Congreso.
El fundamento de Mattis para expandir la autoridad legal es la creencia por parte del gobierno del presidente Donald Trump de que las caravanas de migrantes centroamericanos, cuyos integrantes incluyen a varias familias con niños, que avanzan hacia la frontera sur de Estados Unidos, representan una posible amenaza a la seguridad de la Patrulla Fronteriza.
El martes, la secretaria de Seguridad Nacional Kirstjen Nielsen visitó la playa de San Diego para ver de cerca la instalación de nuevo alambre de púas en la parte superior del muro fronterizo que atraviesa la arena. Señaló que había unos 500 delincuentes y miembros de pandillas entre los grupos que se dirigen al norte, aunque se negó a responder preguntas sobre cómo fueron identificados o los delitos que habían cometido.
Mattis enfatizó que utilizaría su autoridad adicional únicamente para responder a una solicitud específica y detallada de Nielsen, lo que no ha ocurrido hasta el momento.
“Ahora tengo autoridad para hacer más. Ahora veremos lo que ella me pide”, declaró.