Pese a que fue el caso de la muerte de Camilo Catrillanca lo que originó la visita de Sebastián Piñera a La Araucanía durante este viernes 23 de noviembre, el Mandatario no concretó ninguna reunión con cercanos a la familia del comunero que perdió la vida hace nueve días.
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Tras participar de una actividad en el Pabellón «Amor de Chile», que estuvo representando a nuestro país en la Expo Milán de 2015 y que ahora se instaló a un costado del Cerro Ñielol, el Jefe de Estado entregó un segundo punto de prensa donde destacó lo hecho durante el recorrido.
Reuniones
«Nuestro Gobierno ha venido a enfrentar y no a eludir los problemas”, inició en el principio de su discurso el Presidente.
Agregó que «durante hoy nos reunimos con el obispo católica, Hector Vargas, con un grupo de lonkos y machis con los cuales tuvimos una ceremonia muy emotiva, con las cuatro profesoras que fueron asaltadas violentamente en Santa Rosa, con Carabineros y la PDI, con la Fiscalía y el Gobierno Regional (…) y también con los pastores evangélicos tanto a nivel comunal como de la región».
Y aunque varios manifestantes lo esperaban en la Intendencia de Temuco, el Jefe de Estado tampoco se apareció por allá.
Perseguir al terrorismo
Y si más temprano Piñera descartó la existencia del «Comando Jungla» y además confirmó que las fuerzas especiales de Carabineros se mantendrán en la zona, al cerrar su viaje también usó el concepto de terrorismo para los hechos de violencia que se registran en La Araucanía.
«Vamos a perseguir, con toda la fuerza y el rigor de ese mismo Estado de Derecho y de la Ley, a aquellos violentistas y terroristas que quieren imponer por la fuerza sus ideas y que no están dispuestos a someterse al juego y las reglas de la Democracia», dijo el Mandatario.
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Plan Araucanía
«Quiero ratificar una vez más nuestro firme y profundo compromiso con el Plan Araucanía», repitió el Mandatario, haciendo así otra vez u gesto al ministro de Desarrollo Social, Alfredo Moreno, quien lo acompañó en este viaje. En esa línea, cabe mencionar que también estuvo ahí el ministro del Interior, Andrés Chadwick.
«Nos vamos contentos, nos vamos tranquilos. Creemos que el intendente Jorge Atton va a poder continuar una labor que había avanzado muy bien durante los últimos ocho meses y que sin duda experimentó un retroceso, especialmente en lo que se refiere al diálogo, a la confianza y a la paz en esta región, con la muerte de un comunero mapuche. La mejor manera de honrar a la víctima de la violencia es hacer todo lo que esté a nuestro alcance para que la violencia desaparezca», agregó.