Economía

Hasta 32 cajas del más barato por una del más caro: estudio revela cuánta plata se puede ahorrar en un medicamento

Un paciente incluso podría desembolsar hasta $55 mil menos en uno de los casos analizados.

Que los remedios en Chile son caros, no es una novedad y que los bioequivalentes sean harto más baratos que los de marca tampoco, aunque aún así las diferencias no dejan de sorprender.

Eso revela un nuevo reporte del Sernac a este mercado que analizó los valores de medicamentos originales, los bioequivalentes – que cuentan con estudios que prueban eficacia y seguridad similares a los originales – y genéricos, que cuentan con el mismo principio activo que el medicamento original, considerando los precios de venta directa a los consumidores de productos comercializados por las farmacias Salcobrand, Ahumada y Cruz Verde del sector oriente del área Metropolitana.

Considerando esas variables, el organismo detectó que la mayor diferencia porcentual es un increíble 3.162% que fue el caso del Omeprazol (para problemas gástricos), donde un consumidor podría pagar desde $1.290 por el bioequivalente genérico Omeprazol (20 mg, 30 comprimidos) hasta $42.090 en el caso del original marca Losec. En otras palabras, un consumidor puede comprar por el precio de un medicamento original, hasta 32 cajas del medicamento genérico bioequivalente.En tanto, para el tratamiento de una serie de enfermedades, existen trilogías de medicamentos, que incluyen el medicamento original o referente, el bioequivalente de marca y el bioequivalente genérico.

En este caso, la mayor diferencia en dinero se dio en el medicamento destinado al tratamiento del colesterol, con el principio activo Atorvastatina. El remedio original, marca Lipitor, del Laboratorio Pfizer (20 mg, 30 comprimidos recubiertos) se encontró a un valor máximo de $57.590, mientras que el bioequivalente genérico Atorvastatina, Laboratorio Chile, tuvo un precio mínimo de solo $2.890. Es decir, una diferencia de $54.700, o dicho de otra forma, un consumidor podría comprar 19 cajas del bioequivalente genérico.

Un caso similar se da con el bioequivalente de marca Lowden (20 mg, 30 comprimidos recubiertos) deLaboratorio Saval-Eurolab, que se encontró a un máximo de $26.990. Es decir, un paciente podría comprar 9 cajas del bioequivalente genérico por una del bioequivalente de marca.

También se detectó una diferencia importante en el medicamento usado para el tratamiento de la depresión, cuyo principio activo es Sertralina. Si el medicamento original denominado Altruline (de 50 mg, 30 comprimidos recubiertos) de Laboratorio Roerig, se encontró a un precio máximo de $42.190, el bioequivalente genérico Sertralina, de Laboratorio Mintlab se detectó a un valor mínimo de $2.790, con lo que se comprobó la existencia de una variación de $39.400, o el equivalente a 15 cajas.

En tanto, el genérico de marca, denominado Sertac (50 mg, 30 comprimidos recubiertos) de Laboratorio Andrómaco, se encontró a un valor máximo de $21.190. Es decir, un consumidor podría ahorrarse $18.400 o, dicho de otra forma, podría adquirir 7 cajas del bioequivalente genérico Sertralina.

Diferencias entre cadenas

Considerando sólo los medicamentos con precios informados por las tres cadenas, se logró conformar una canasta de 264 medicamentos asociados a 98 principios activos.

En el caso de la canasta de medicamentos originales, la cadena más conveniente resultó ser Salcobrand; y en el caso de los bioequivalentes (genéricos y de marca), la cadena más conveniente resultó ser Cruz Verde.

Los tres medicamentos con mayores diferencias entre cadenas resultaron ser las copias de marcas bioequivalentes Depurol Retard (Venlafaxina) de 150mg y 30 cápsulas; seguido de Glicenex SR, de 750mg y 30 comprimidos de liberación prolongada; y el anticonceptivo Sibilla, en presentación de 21 comprimidos recubiertos.

Frente a estos resultados, el director nacional del Sernac, Lucas Del Villar, explicó que las diferencias detectadas en este nuevo estudio son muy relevantes, considerando que se trata de medicamentos altamente demandados por la ciudadanía, pues son utilizados para tratar enfermedades crónicas, como son la hipertensión arterial, la diabetes o el colesterol.

En definitiva, las conclusión del Sernac es que vale la pena cotizar pues, al comprar el producto bioequivalente, se pueden lograr importantes ahorros, obteniendo similares resultados en eficacia y seguridad.

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