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Aún no termina la pesadilla para residentes de California: peligrosos aludes azotan zona quemada

La tormenta arrojó 38 milímetros de lluvia en una hora

Los residentes de las zonas afectadas por los feroces incendios que afectaron al norte de California aún no pueden espirar tranquilos,  tuvieron que volver a evacuar el lugar  producto de los peligrosos deslaves e inundaciones producto de las intensas lluvias.

Las inundaciones fueron repentinas y obligaron a las autoridades a desplegar rápidamente equipos de rescate para salvar a las personas que quedaron atrapadas en sus vehículos luego de un aguacero cerca de la localidad de Paradise, informaron funcionarios.

De momento no estaba claro cuántas personas quedaron atrapadas, pero se recibieron informes de inundaciones en carreteras, así como de árboles y postes eléctricos derribados.

“Las raíces y la base de los postes de electricidad están como nadando”, indicó Rick Carhart, portavoz del Departamento Forestal y de Protección contra Incendios de California. “Realmente llovió muy fuerte en un corto periodo de tiempo y todo esto ocurrió muy rápido”.

La tormenta arrojó 38 milímetros  de lluvia en una hora, derribando árboles y dejando atrapados a automovilistas en caminos inundados río abajo, de acuerdo con el meteorólogo Craig Shoemaker, del Servicio Nacional de Meteorología.

“Esta lluvia intensa en un corto periodo de tiempo es lo peor que puede ocurrir en la zona quemada”, agregó.

El Departamento de Policía del condado Butte ordenó evacuaciones, pero no tenía información sobre cuántas personas resultaron afectadas. Los rescates se llevaron a cabo en una zona de Chico, localidad que está colina abajo de Paradise y donde muchos de los evacuados se han estado hospedando desde que esta población de 27 mil habitantes fue destrozada hace sólo tres semanas por un incendio mortal.

Alrededor de una docena de viviendas resultaron afectadas en Chico y se estaban utilizando balsas para rescatar a la gente de las inundaciones, las cuales tenían unos 60 centímetros de profundidad, comentó el sargento Brad Meyer, jefe del Departamento de Policía del condado Butte, a las televisoras KHSL y KNVN.

“Esto es grave. Los niveles del agua están subiendo, por lo que queremos asegurarnos de sacar a todos los que podamos”, manifestó Meyer.

Horas antes, las cuadrillas de emergencia retiraron un árbol que se desplomó en la localidad de Magalia, pero no se habían recibido más informes de daños luego de que cayeron 25 milímetros (una pulgada) de lluvia en la zona quemada, ubicada a 225 kilómetros al noreste de San Francisco.

Paradise ha estado bajo una orden de evacuación obligatoria durante casi tres semanas desde que un incendio forestal arrasó con la región, provocó la muerte de por lo menos 88 personas y destruyó casi 14 mil viviendas.

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