Las autoridades ucranianas dieron un paso más el viernes en su confrontación con Rusia al anunciar un veto a la entrada de la mayoría de hombres rusos al país y el registro de la vivienda de un influyente clérigo de la iglesia ortodoxa rusa.
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El largo conflicto estalló el domingo cuando guardas fronterizos rusos embistieron y abrieron fuego contra tres buques ucranianos cerca de la península de Crimea, que Moscú se anexionó en 2014. Las embarcaciones estaban tratando de llegar al Mar de Azov a través del Estrecho de Kerch. Los rusos capturaron los buques y a los 24 miembros de sus tripulaciones.
El parlamento ucraniano dio luz verde el lunes a una propuesta del presidente, Petro Poroshenko, para imponer la ley marcial en partes el país durante 30 días tras el choque.
Las hostilidades entre las dos naciones vecinas han ido en aumento desde que Moscú se anexó Crimea hace más de cuatro años. Rusia también respaldó a los separatistas del este de Ucrania con envíos clandestinos de soldados y armas. Esos combates causaron la muerte de al menos 10.000 personas desde 2014, pero se han aliviado un poco gracias a la tregua de 2015.
Petro Tsygykal, director de la agencia fronteriza ucraniana anunció durante una reunión de seguridad el viernes que los varones rusos de entre 16 y 60 años no podrán ingresar al país mientras la ley marcial esté en vigor.
Poroshenko dijo durante el encuentro que las medida se tomó “para evitar que la Federación Rusa forme ejércitos privados” en suelo ucraniano.
El anuncio se produjo después de que en la víspera el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, canceló la esperada reunión con su homólogo ruso, Vladimir Putin, alegando que no era apropiado ya que Moscú no liberó a los marinos.
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Por otra parte, la agencia de inteligencia ucraniana anunció también el viernes que está investigando a un destacado clérigo de la Iglesia Ortodoxa rusa.
Agentes del departamento registraban la vivienda del padre Pablo, responsable del Monasterio de las Cuervas de Kiev, explicó Ihor Guskov, jefe de personal de la SBU. El religioso es sospechoso de «incitación al odio”, agregó.
El Monasterio de las Cuervas, el centro espiritual de Ucrania, está bajo la jurisdicción de la Iglesia Ortodoxa rusa. La iglesia ucraniana, que forma parte de la rusa desde hace siglos, estuvo cerca de separarse a principios de año alentada por el conflicto con las comunidades ortodoxas rusas en el país.
En la actualidad hay tres comunidades ortodoxas en Ucrania, incluyendo dos iglesias escindidas. Las autoridades ucranianas intentaron presentar a los clérigos ortodoxos rusos en el país como partidarios de los separatistas.