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Encuestas y empleo: las razones por las que el Banco Central le quitó el piso a las cifras del INE

El último Informe de Política Monetaria dijo que las tasas de desempleo y remuneraciones no correspondían a la realidad. Expertos coinciden en que se puede mejorar el instrumento, pero dudan de que las diferencias sean importantes.

Empleo y salarios terminaron siendo los indicadores económicos más importantes de 2018. Eso, porque mientras el PIB y la inversión crecen sobre el 4% y 6%, respectivamente, el trabajo y remuneraciones se mantuvieron estancados. Sin embargo, ayer tomaron otro revuelo, de la mano de una disputa flagrante, aunque implícita, entre el Banco Central (BC) y el Instituto Nacional de Estadística (INE).

El BC decidió, de forma inédita, incluir un apartado especial sobre mercado laboral en el Informe de Política Monetaria para diciembre, que publicó ayer. Y la primera vez fue con escándalo. ¿La razón? El organismo concluyó, básicamente, que las cifras de desempleo, remuneraciones, y creación de trabajo del INE, no son fiables.

El documento señala que «al considerar el impacto del significativo flujo migratorio, el crecimiento del empleo registrado desde el 2016 ha sido mayor que lo informado por las encuestas. Ello se agrega a la revisión al alza de los índices de remuneraciones que calcula el INE».

Los expertos del Banco Central afirman que los números hasta ahora entregados para reflejar el mercado laboral «no solo son muy agregados, sino que representan movimientos netos. Ello implica que mucha información relevante, como las diferencias en el comportamiento de distintos grupos o cambios en la composición de los flujos, no está presente en el análisis ni el debate público».

¿Un tema metodológico?

Las encuestas y el factor de la inmigración vienen nuevamente a colación. El principal dardo del banco apunta a que las estadísticas sobre empleo «se basan en una extrapolación de encuestas a la población, mediante factores de expansión, los que a su vez se basan en proyecciones de población que se actualizan en cada Censo». Eso, dicen, hace que los indicadores no puedan medir la magnitud de fenómenos como la inmigración.

De hecho, la única cifra que aventuran a realizar es que en los últimos tres años, entre 120 mil y 190 mil personas han sido absorbidas por el mercado del trabajo y el INE no ha conseguido dar cuenta de eso.

Entonces, ¿Chile está a ciegas para entender su propia realidad en empleo? «No hay que dramatizar. Para ninguna encuesta es fácil lidiar con cambios en la población abruptos, que es lo que ocurre hace 2 años. Lo importante es que el INE ya está en proceso de hacer las correcciones», comenta Juan Bravo, analista macroeconómico de Clapes UC.

Eso sí, el experto coincide en que «hay elementos que están en proceso de corrección: un marco muestral no actualizado y recalibrar los factores de expansión. Las correcciones permitirán ir acercando las cifras de empleo inmigrante paulatinamente hacia cifras más acordes con la realidad».

Por su parte, Jorge Gajardo, economista de la U. Central, indica que «el BC ve la falla en la proyección demográfica que estaría muy antigua y sin tomar la migración y que estaría fallando el instrumento». Pero, ¿son tan erradas las cifras del INE? «El mercado laboral da sus propias señales, y si hubiera mucho más empleo, debería haber un incremento notorio en la masa salarial, que no es el caso porque está estancada», dice el académico.

Finalmente, Gajardo señala que «es entendible la base general de lo que explica el BC, pero me llama la atención que salga dando una señal tan arriesgada y que resulta conveniente para el gobierno. Es cierto cuando dice que necesitamos un set de indicadores más complejo para hacer una base estadística más convincente, pero sus aseguraciones no me parecen convincentes».

 

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