La población japonesa está cambiando y con ello se está generando un nuevo fenómeno: miles casas vacías fuera de las grandes ciudades sin personas que quieran vivir en ellas.
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El traslado de los propietarios ancianos a asilos o su muerte, junto con el desplazamiento de los jóvenes a las grandes ciudades y la disminución de la natalidad ha generado este nuevo problema.
«En 2014, descubrimos que Okutama era una de las tres ciudades de (la prefectura de) Tokio que se espera que desaparezcan para 2040», indicó Kazutaka Niijima, funcionario del departamento de revitalización juvenil de Okutama (OYR), organismo gubernamental para repoblar la ciudad, a CNN.
A partir de ese mismo año se estableció el «banco akiya», que es una especie de plan de vivienda vacante, que hace coincidir a los propietarios ancianos con posibles compradores.
El sistema es manejado por cada ciudad, que establece las condiciones para que se concrete la venta. Según explica el medio estadounidense, Okutama subsidia las reparaciones en el hogar para los nuevos residentes de ciertas edades e incentiva monetariamente a los propietarios a vender las casas que no están utilizando.
Inclusive, en algunos casos se han regalado casas abandonadas. En Okutama este plan terminó en mayo de este año y se espera que los flamantes nuevos residentes de estas viviendas gratuitas arriben a inicios del 2019, según Clarín.
Para intentar solucionar el problema de las casas abandonadas, el gobierno implementó en 2015 una ley que multa a quienes dejan sus casas vacías y que alienta a restaurar o demoler las propiedades. Pero aún así los terrenos vacíos tienen impuestos más altos, lo que desincentiva la demolición, según CNN.
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