Los efectos del calentamiento global en la salud de la población mundial todavía son insospechados. De acuerdo a un estudio de la University College de Londres, las emisiones de dióxido de carbono podrían afectar nuestra memoria, concentración y toma de decisiones. En síntesis, podría hacernos más tontos.
«El rendimiento cognitivo humano disminuye con el aumento de los niveles de CO2», consiga la investigación de la UCL.
La ciencia ya había reportado que, en espacios cerrados, la acumulación de CO2 podría afectar la capacidad intelectual de los trabajadores. Ese efecto podría verse exponencialmente aumentado en las próximas décadas.
«Dada la probabilidad de que para fines del siglo XXI aumente la concentración de CO2 en la atmósfera, los impactos directos de las emisiones de CO2 antropogénico en el rendimiento cognitivo humano pueden ser inevitables», añade el estudio.
Los resultados concuerdan con un estudio de la Yale School of Public Health, que este año descubrió que la contaminación ambiental repercute en la inteligencia.
