Cádiz, en el sur de España, le declaró la guerra a las palomas. Debido a la sobrepoblación de estas aves, el Ayuntamiento decidió desterrar a cinco mil ejemplares y enviarlas a la localidad valenciana de Ribarroja del Turia, a unos 700 kilómetros de distancia.
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De acuerdo a la prensa local, la medida tiene carácter sanitario tras el notable aumento de la especie Columba livia.
“Estamos buscado el método más respetuoso y sostenible para alcanzar poblaciones adecuadas en ciudades como Cádiz”, sostuvo el concejal de Medio Ambiente, Álvaro de la Fuente a El País.
La captura de las palomas ya comenzó mediante lanzadores de redes y jaulas ubicadas en diferentes puntos de la ciudad. Eso sí, el procedimiento no terminará hasta dentro de un año.
“Gestionar correctamente la población de palomas existentes no implica la erradicación de las mismas dentro del área urbana, sino el establecimiento de un equilibrio lógico donde la cohabitación entre el ser humano, el resto de especies y las aves no suponga perjuicio alguno para aquel”, añadió De La Fuente.
El nuevo hogar de las aves será un palomar en un sector rural, donde serán trasladadas bajo la supervisión de una concesionaria.
Así, respirarán aliviados los empresarios hoteleros de Cádiz, que hace un año habían presentado una denuncia exigiendo medidas ante plaga de palomas.