La primera ministra británica, Theresa May, ganó un voto de confianza de los legisladores del Partido Conservador en una moción de censura que podría haber llevado a su liderazgo a un abrupto final.
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Con 200 votos a favor y 117 en contra de un total de 315 legisladores la mujer fuerte de Gran Bretaña se llevó este miércoles la victoria. Con un número de 158 detractores, la primera ministra hubiese tenido que retirarse tanto del gobierno como del liderazgo del Partido Conservador.
El resultado significa que May puede mantener sus posiciones como líder del partido y primera ministra mientras continúa una ardua batalla para obtener la aprobación parlamentaria de su plan Brexit. Además, su victoria implica que los conservadores compañeros no pueden desafiarla por un año más.
En una breve intervención sin preguntas fuera de las puertas del número 10 de Downing Street, la primera ministra reconoció que un número significativo de diputados conservadores votaron en su contra. “He escuchado lo que han querido decirme”, indicó.
Además aseguró que el Brexit no es el único problema que enfrenta Reino Unido e hizo un llamado a trabajar en él para conseguir “el control de nuestro dinero, nuestras fronteras y nuestras leyes”.
“Tenemos que ponernos ya a trabajar en el Brexit para los británicos y construir un futuro mejor para este país”, indicó según recoge El País.
Descontento
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El descontento de muchos legisladores conservadores hacia May creció por su gestión del Brexit, y el desafío a su liderazgo se produce días después de que demoró una votación para aprobar el acuerdo de divorcio entre Londres y Bruselas con el fin de evitar una derrota casi segura en la Cámara de los Comunes.
May podría enfrentar un desafío en el Parlamento si el opositor Partido Laborista busca un voto de confianza en la Cámara de los Comunes sobre el plan de divorcio de la UE.
Ella planea presionar a los líderes de la Unión Europea (UE) para que cambien el acuerdo de divorcio propuesto, que es impopular entre muchos legisladores.
Sin embrago, altos cargos de la UE descartaron el martes cualquier renegociación del acuerdo entre Londres y Bruselas. La primera ministra de Gran Bretaña, Theresa May, inició una ofensiva para salvar el pacto de Brexit reuniéndose con líderes comunitarios en capitales europeas.
Uno de los principales puntos de fricción desde el inicio de las negociaciones del Brexit ha sido como mantener el flujo comercial entre Irlanda del Norte, en Gran Bretaña, y la República de Irlanda, que forma parte de la UE, y May buscará la flexibilidad del resto de los socios europeos.
Si el acuerdo del Brexit recibe luz verde en el parlamento británico, debería ser aprobado por el Parlamento Europeo antes del 29 de marzo. agencias