Si no te daban miedo las hormigas, ahora te lo darán. Los colmillos asesinos de la hormiga drácula fueron consideradas como las más rápidas de la naturaleza.
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Según recoge The Guardian, la especie Mystrium camillae mueve sus mandíbulas a una velocidad de hasta 90 metros por segundo.
Este espécimen, que se ubica principalmente en los trópicos de África y Asia, utiliza sus fauces para atacar, aturdir y matar a su presa.
«Están navegando por el subsuelo y si encuentran algo así como un ciempiés o una termita, pueden golpearlos con las mandíbulas para matarlos o aturdirlos», señaló Andrew Suárez, profesor de biología animal en la Universidad de Illinois que dirigió la investigación, según el medio inglés.
Las hormigas llevan a sus presas aturdidas, que pueden ser de la misma especie, a sus grandes colonias subterráneas, o dentro de troncos de árboles.