Cuando Marion Wischnewski llevó a su casa a Rocco, un loro gris africano, no sospechaba la relación que el pequeño animal establecería con la asistente personal activada por voz de Amazon, Alexa, y los problemas que significaría para su vida.
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El plumífero pertenece a una especie reconocida por su capacidad de imitar la voz humana. Rocco fue expulsado del santuario del National Animal Welfare Trust por su mala lengua. El personal temía que los malos modales de Rocco molestara a los visitantes, de acuerdo con Daily Mail.
Fue en ese momento que Wischnewski, trabajadora del santuario, se comprometió a querer y cuidarlo. Pero desde que arribó a su casa no ha parado de utilizar a Alexa para ordenar por Amazon todas las cosas que le gusta comer: frutas, verduras, helados e inclusive ampolletas y una cometa.
«Tengo que revisar la lista de compras cuando llego del trabajo y cancelar todos los artículos que ha pedido», señala la mujer al medio inglés.
Romántico
Pero la relación entre Alexa y Rocco no es sólo comercial. El pequeño loro también se caracteriza por ser todo un romántico con la asistente virtual.
«ellos conversan entre ellos todo el día. A menudo entro y hay música», comenta Wischnewski. También señaló que ambos escuchan al grupo Kings of Leon.