Estar en la oficina durante el verano, sin duda, no es el mejor panorama. Sobre todo, para quienes cumplen sus primeros días de contrato o deciden tomar vacaciones durante temporada baja. Lo anterior se traduce en un descenso en la productividad de aquellos que sí se mantienen trabajando durante esta época.
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Esta diferencia en comparación con los resultados que se obtienen laboralmente durante el resto del año, se debe a ciertos factores que inciden directamente en el rendimiento de los colaboradores. Uno de estos, y que posee enorme relevancia, es la alimentación.
Según cifras de la OIT (Organización Internacional del Trabajo), una alimentación no adecuada puede causar pérdidas de hasta 20 por ciento en la productividad laboral. Y pese a que para muchos almorzar durante la jornada de trabajo es algo básico o rutinario, lo cierto es que no es para nada común, sobre todo considerando que según la misma institución el 30% de los chilenos no lo hace por falta de tiempo o recursos.
“Es importante respetar el horario de nuestro almuerzo laboral y jamás saltarse este espacio de alimentación, ya que además de disminuir la productividad en el trabajo al no contar con la energía suficiente, también podemos dañar nuestra salud», sostiene Bárbara Flores, Jefa del Departamento de Nutrición de Edenred.
En ese sentido, dice que es recomendable que los trabajadores reciban una buena orientación en materia alimenticia, «fomentando que incorporen a su dieta una gran variedad de cereales integrales, legumbres, verduras y frutas propias de la estación. También es fundamental aumentar el consumo de agua, para favorecer una buena hidratación”.
Para asegurar el cumplimiento de esta instancia, la profesional asegura que “lo ideal es que las empresas faciliten el acceso a una alimentación saludable, sobre todo considerando que el 69% de los trabajadores considera que recibir el beneficio de alimentación contribuye a una mejora en su calidad de vida, sumado a que el 50% estima que incrementa la productividad en los días de trabajo, según el estudio Barómetro Edenred-Ipsos”.
El análisis en cuestión también arrojó que el 53% de los colaboradores considera que recibir el beneficio de alimentación ayuda a no saltarse las comidas durante la jornada laboral, mientras que el 31% señala que reduce enfermedades producidas por una mala alimentación.