Laura Luelmo llevaba apenas unos días en un pueblo de Huelva, en el sur de España, cuando desapareció sin dejar rastro el pasado miércoles 12 de diciembre.
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Tras días de búsqueda de autoridades y voluntarios y una creciente preocupación por su paradero, el cuerpo de esta joven profesora fue hallado sin vida y con signos de violencia el lunes, en una zona boscosa.
Según la autopsia preliminar, la mujer, de 26 años de edad, falleció por «un fuerte golpe en la frente con objeto contundente, un palo o una piedra», entre el 14 y el 15 de diciembre, informa la agencia española de noticias Efe.
Un hombre de unos 50 años fue detenido el martes como sospechoso de su muerte. Y este miércoles, «a primeras horas de la mañana», Bernardo Montoyaconfesó haber acabado con la vida de Luelmo, según reportes de medios españoles.
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Luelmo, natural de Zamora, en el noroeste del país, llegó a Huelva a principios de mes para sustituir a una profesora temporalmente en un instituto de secundaria de la localidad de Nerva. Era su primer trabajo como profesora. Había alquilado una casa en El Campillo, un pueblo a pocos kilómetros de su centro de trabajo.
El autor confeso
Su pasado criminal incluye un asesinato a puñaladas a una anciana, robos y una acusación de intento de violación. Bernardo Montoya ha pasado 22 años en prisión por varias condenas, entre ellas la del asesinato en 1995 de una mujer de 81 años que iba a declarar en su contra en un juicio por una reyerta. El hombre que ha terminado confesando el crimen, después de intentar despistar a los agentes con versiones poco creíbles, fue detenido cuando, en una persecución en coche, intentó huir campo a través.
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Según su versión, engañó a la profesora y le tendió una trampa cuando ella le preguntó por un supermercado cercano. «La mandé a un callejón sin salida». Él se adelantó y la estaba esperando. Ha confesado haber golpeado su cabeza con violencia contra el coche, que la metió atada de manos en el maletero y la llevó al campo, donde intentó agredirla sexualmente. Ha dicho que después la abandonó, todavía con vida, con las manos atadas a la espalda.
La joven profesora había advertido a su novio de las miradas indiscretas de un vecino que la importunaban, el mismo hombre que ahora ha confesado su asesinato.
Indignación
El caso ha generado indignación en España, donde se han producido numerosas manifestaciones en redes sociales y protestas en las calles en defensa de la mujer y contra la violencia machista.
La ilustración de la profesora Laura Luelmo que diseñó el pasado 8 de marzo con motivo del Día de la Mujer ha servido a la Coordinadora feminista de Zamora para convocar mañana jueves una concentración silenciosa en repulsa por el asesinato de esta docente zamorana. Los colectivos de esta coordinadora han utilizado la que fue la última imagen que insertó la víctima en su perfil de la red social Twitter para llamar a la ciudadanía a participar en una concentración contra la violencia machista, según han informado a Efe las organizaciones convocantes.
Mientras tanto, una frase se repite en las redes sociales de mujeres de todo el país: «De camino a casa quiero ser libre, no valiente».
Muchas mujeres han subido fotos con #corrersinmiedo (casi 2.000 tuits). Se han convocado quedadas de runners en Bilbao, Logrollo y Valencia.
El jueves 20 a las 19:00 en Badajoz #CorremosPorEllas , porque no queremos seguir corriendo por miedo.#LauraLuelmo #NiUnaMas #terrorismopatriarcal pic.twitter.com/ajJwgbhwb1
— Plataforma 8M Badajoz ♀ (@8mBadajoz) December 19, 2018